domingo, 27 de abril de 2014

Zafiro 15

Escuché un suave suspiro de Zafiro y nuestras miradas se encontraron, ella sonrió dulcemente y, sin avisarme, me tomó en sus brazos y saltó, la fuerza de su impulso hizo que dibujáramos una amplia parábola que nos llevó justo hacia el borde del cráter, en el lugar donde habíamos descendido

-¡aaaaaaahhh!! ¿Me querías matar de un susto o qué?
-jajajajaja qué exagerada… es que quiero que veas el tallado desde arriba, pues a ras de suelo no se aprecian bien muchos detalles debido a sus dimensiones.
-¡A la próxima avisas…!!!
-bueno, ya deja de quejarte y sube

Dijo con una sonrisa mientras me abría la puerta del auto, le obedecí haciendo un mohín arrugando la nariz. Tomamos cierta altura y una potente luz delantera iluminó la totalidad del cráter, visto desde ese punto aquel monumento lunar era sencillamente hermoso.

-¡Oh!
-Lo sé, se ve mejor a distancia, volveremos en unas semanas, pues la luz del sol destaca detalles que la artificial no puede… por ahora tengo otro destino en mente

Yo la miré entre confundida y asombrada. La luz se apagó, y sólo me di cuenta de que nos movíamos cuando volví a ver la luz del sol reflejada en la arena lunar.

-ya puedes quitarte el casco, a donde vamos no lo necesitarás
-¿volvemos a casa?
-Sí, volvemos a la Tierra

Le obedecí y me quité el casco dejándolo descansar sobre mis piernas y sacándome los guantes en el proceso. No podía quitar la mirada del vasto espacio frente a nosotras, donde la tierra iba aumentando de tamaño cada milésima de segundo dada la velocidad a la que íbamos; el cálido roce de su mano sobre la mía hizo que pudiera ver el guiño que me hizo con sus ojos y su sonrisa juguetona, le hice una interrogación muda juntando mis cejas, ella solo se encogió de hombros y me señaló con su mentón hacia el frente, entonces devolví mi mirada al espacio para quedar boquiabierta con las luces boreales que danzaban sobre el polo norte.

Volamos en círculos para poder contemplar con mayor detenimiento aquel espectáculo natural, luego dimos unas dos vueltas al planeta mientras ella, como si de una clase de geografía se tratara, me iba señalando sus lugares favoritos, a la vez que me daba una pequeña lección de meteorología y las diversas formaciones de nubes existentes. Debo decir que aprendí más con ella en esos pocos minutos que en mis doce años de escuela ya olvidados.

Nos acercamos al océano Pacífico y entramos en la atmósfera terrestre, volando sobre esa tenue franja en penumbra que separa la noche del día, de momento solo podía contemplar el inmenso azul profundo del mar, pero luego, poco a poco comencé a distinguir algunos puntos más claros, donde se formaban grupos de islas, seguimos sobrevolando ya claramente en la zona diurna, y nos alejamos de esas formaciones insulares hasta estar de nuevo en mar abierto, pero justo cuando creí que seguiríamos quién sabe a dónde, ella descendió considerablemente, entonces pude notar una diminuta formación coralina, abandonada en medio del inmenso océano, un hermoso atolón que formaba un círculo casi perfecto.

Yo sonreía como tonta, ver todo aquella belleza desde el aire y en su compañía era lo mejor de lo mejor. Tal vez tendría ahora una clase sobre la formación de las islas, o sobre las mareas, debido a la poca altitud a la que volábamos, o quizá fuera una demostración del vuelo de las gaviotas y otras aves marinas, a las que perseguíamos en círculos sobre el atolón, estaba en total expectativa, simplemente disfrutando cada nanosegundo de ese vuelo maravilloso.

Su velocidad se redujo notablemente al tocar el agua en el lago interno del atolón, entonces la mire con un gesto de ironía.

-¡esto ya es el colmo! ¿También navega? ¿Y qué más hace, se convierte en submarino?
-jajajajajajaja- digamos que sí, se parece un poco a la dueña, es muy resistente y versátil
-¡Dios!!! Nadie va a creerme
-¿Es necesaria la credibilidad de otros?
-pero… algo tendré que decirles sobre mi desaparición este fin de semana en compañía de una hermosa y aterradora mujer… además que poder hablar sobre ti te haría más real, pues de mis amigos solo Richard te ha visto, y sinceramente estos días contigo han sido demasiado bellos para ser reales
-puedes contar lo esencial sin entrar en detalles… ¿no crees?
-Sí, bueno, tienes razón
-¿Es tan importante que todos conozcan tus intimidades?
-¡No!!... cómo te explico… es solo que quisiera poder hablar de ti con libertad, y compartir un poco la felicidad que le has traído a mi vida en estos días, lo maravilloso que es pasar el tiempo junto a ti… eso es lo importante… no es necesario decir que me llevaste de paseo a la luna, ni nada por el estilo, porque independientemente de todo esto, -dije con un gesto circular de mi brazo señalando el todo y la nada,- es tu compañía la que lo hace maravilloso
-oh, ya veo, ¿quieres presentarme oficialmente?

Abrí mis ojos atónita ¿tan evidente era?

-no… bueno, sí, ¡No!... ¡no lo sé!!
-jajajajaja te ves adorable cuando te sonrojas
-Zafiro…
-… ¿sí?
-es que… (¿quieres ser mi novia? La pregunta sonó fuerte en mi mente) ¡nada! Solo… ¡gracias! –dije cerrando la distancia y abrazándome a su cuello en la medida que la estrechez del auto lo permitía
-¿qué es lo que agradeces?
-el fin de semana más maravilloso que he tenido en toda mi vida
-uh… eso suena a que ya te aburriste
-¡No!! No quise decir eso
-entonces no agradezcas lo que yo también he disfrutado… además, aquí el domingo apenas empieza, así que lo siento por ti si ya querías irte a casa, pero te informo que es hora de salir del Skadi
-No quiero volver a casa… (quiero vivir contigo… ¡Por Dios qué estoy pensando!!!)
-Me alegra escucharlo, pues planeo retenerte durante las siguientes 12 horas

Sonreí feliz de que no pudiera leerme el pensamiento, y también de saber que aún tenía todo un día para disfrutar su compañía. Abrí la puerta pero la volví a cerrar de inmediato al ver que estábamos sobre el agua, en el centro del atolón y por el color del mar parecía no tener fondo.

-es muy profundo… dije con cierto temor
-jajajaja de qué te asustas si nadas perfectamente, solo quítate la ropa, así no tendrás que cargar con todo ese peso extra
-debiste decirlo antes
-creí que no era necesario, ¿es obvio, no? Aquí no se necesita tanta ropa, ¿acaso no has visto el paisaje alrededor?
-sí, bueno, ya no te burles… creo que aún estoy en la luna… tú me sacas de la realidad todo el tiempo

No supe en qué momento, pero ella ya estaba luciendo un seductor bikini de un brillante color lila que lucía perfecto sobre su piel turquesa, abrió su puerta y saltó al agua, entonces torpemente procedí a quitarme toda la ropa que traía… ¿Por qué en primer lugar, me había dejado esa ropa para mí si planeaba traerme al mar?

Terminé de desnudarme y entonces noté el color de ropa interior que traía y al que al salir de la ducha no le había puesto atención con tantos afanes, era un conjunto de baño muy sensual, de un brillante tono rojo escarlata que resaltaba sobre mi piel como un anuncio de neón, ella sí que había planeado muy bien mi ropa, sentí vergüenza en el acto, y creo que mi cara se puso más colorada que las diminutas prendas, pero cerré mis ojos, abrí la puerta y salté al agua con la esperanza de que el mar cubriera mi pudor, ¿por qué no había prestado más atención al vestirme esta mañana?

Me sumergí lo suficiente para disipar mis temores y luego salí a la superficie, ella emergió alegremente frente a mí, retándome en una carrera de nado hasta la orilla, que de carrera no tuvo nada pues jugueteamos durante todo el trayecto

Caminamos por la suave arena de la orilla, recorrimos la pequeña extensión de vegetación, recolectamos pequeñas conchas marinas e hicimos unas buenas horas de buceo, la belleza de los corales y la fauna submarina me dejó maravillada. Me enseñó a recolectar ostras de las que disfrutamos su sabor y en las que encontramos siete hermosas perlas, completamos el almuerzo con unos peces que ella sacó del mar abierto, y que asados tenían un sabor exquisito.

Hicimos el amor sobre la playa, entre la caricia de las olas y el cálido sol del atardecer, así recibimos la noche y pudimos luego contar estrellas fundidas en un íntimo abrazo que ninguna de las dos tenía intención de romper… el silencio entre las dos solo era roto por mutuos besos cargados de dulzura y amor, pues las palabras eran insuficientes para expresar lo que estaba experimentando, tuve la conciencia clara de que en sus brazos había encontrado por fin mi lugar en el mundo.

-es hora de volver
-no quiero
-tienes clase en una hora
-¿Qué?
-así es
-pero… si es media noche
-Aquí son las dos de la madrugada, pero en tu bella patria ya son las 7am
-¡No!... ¿cómo?... no llegaremos a tiempo

En cuanto lo dije quise no haber dicho nada, en mi burbuja personal había olvidado la alucinante velocidad de Skadi, seguramente estaríamos en Medellín en menos de lo que dura un parpadeo. Ella puso sus ojos en blanco con un gracioso gesto de exasperación

-¡eres tan olvidadiza!
-sí, ya lo sé, estaremos allí en un segundo… ¿pero realmente tengo que ir?
-Tú dirás… puesto que pasaste casi cinco horas dibujándome para poder entregar tus deberes
-Está bien… pero creo que no estaré en el estado mental adecuado para recibir clases
-um… no pensé que sería tan perjudicial para ti

Frunció las cejas con una sombra de decepción en la mirada, yo me apresuré a tomar su rostro entre mis manos para aclararle mis palabras

-¡No!! No me malinterpretes… lo que quise decir es que no es tan fácil bajar del cielo, contigo he estado en el paraíso y creo que tendrán que pasar unas buenas horas mientras vuelvo a adaptarme a la vida terrenal, o que al menos logre ser algo funcional con la rutina de mi cotidianidad, pues dudo que logre “aterrizar” del todo

La besé tierna y apasionadamente, para dejarle en claro a qué me refería con el paraíso, dejando el paisaje circundante como mero telón de fondo, cualquier maravilla natural perdía importancia cuando, no solo nuestros cuerpos sino, sobre todo nuestras almas se fundían de aquella manera. Culminé el beso con la misma suavidad que lo había empezado, para decirle en un susurro

-volvamos a casa

Tal como lo había pensado, estuvimos en casa de Zafiro en menos de un minuto, hubo tiempo suficiente para un buen baño que sacara la salinidad de nuestros cuerpos. Me devolvió mi ropa en estado de limpieza, la miré extrañada, pues ya había olvidado lo que traía puesto para encontrarme con ella.

Después de vestirme con mi querido jersey de rayas azules, los jeans grises y mis converse, sin olvidar la chaqueta impermeable de color gris oscuro, tomé los dibujos que había hecho de Zafiro y los guardé cuidadosamente en una carpeta que ella me prestó, agregué unos cuantos papeles en blanco y algunos lápices para trabajar en clase, desayuné otra de sus exquisiteces en su cocina y al fin salimos rumbo a la universidad.

Nos despedimos con un suave beso y bajé del auto. Caminé directo a la puerta como si estuviera soñando, ahora comprendía cabalmente el surrealismo, pues después de semejantes vivencias allí estaba, caminando sobre los adoquines de cemento, de vuelta a la realidad.


Encendí mi teléfono, y ni siquiera me sorprendí al descubrir el escandaloso número de llamadas perdidas y los mensajes que tenía en mi buzón. Suspiré. Sí, estaba de vuelta, y aquel sería un largo día.

lunes, 7 de abril de 2014

Zafiro 14

Caminamos en dirección a las sombras, hasta que la total oscuridad nos envolvió, ella se detuvo un momento y me invitó a sentarme en la suave arena, la vista del cielo era impresionante, tantos puntitos de luz, y aunque en teoría de la NASA debía estarme congelando,  lo cierto es que parecía que estuviera en la sala de su casa, no sentía el más mínimo cambio térmico, salvo claro está, por la cercanía de Zafiro que inevitablemente elevaba mi temperatura corporal.

-qué vista más hermosa- dije acostándome en el suave polvo

-la mejor, sin lugar a dudas.

-me siento tan diminuta aquí…

-desde la primera vez que vine quise compartirlo con alguien, así que éste es también mi sueño hecho realidad- dijo estas palabras entrelazando su mano con la mía

-gracias Zafiro, esto es maravilloso

Nos quedamos en silencio por un momento, pero sentí que debía decir algo, así que rompí el silencio

-cuando era niña íbamos de visita a la finca de los abuelos, al llegar la noche papá salía conmigo al prado y nos acostábamos juntos a contar estrellas. Él en muchas ocasiones hacía coincidir nuestros paseos con las noches de luna nueva, para que la ausencia de la luna nos permitiera ver más estrellas… pero yo prefería la luna, siempre me ha fascinado este astro, soñaba con ser astronauta, pero ya ves, tú me has cumplido el sueño

-¿y dónde está tu papá ahora?

-de viaje por el caribe con mamá, en su no sé cuál versión de la luna de miel… siempre he dicho que por eso soy hija única, pues yo crecí muy pronto y así ellos pudieron seguir con sus andanzas, porque no se saben quedar quietos

-jajajaja no todos pueden decir lo mismo, creo que eres afortunada de tener unos padres que aún conserven viva la chispa del amor

-bueno, pues si, tienes razón, pero es que se vuelven tan empalagosos a veces

-la chica ruda ha hablado…

-no te burles de mí

-¿yo? Burlarme de ti ¿en qué momento?

-sí, no te hagas

-¿nunca les pediste un hermanito?

-sí, les pedía una hermanita, pero no me escucharon, decían que ya tendría muchos hermanitos en la escuela, así que aprovechaba las clases para molestarlos porque no tenía a otro de mi tamaño para enloquecer en casa

-jajajaja ya te imagino, serías un pequeño terremoto

-no hay evidencias de semejante acusación

-jajajajaja tan inocente la niña

-bueno pues mamá dice que yo era adorable, así que siempre he sido un amor desde pequeña

-claro, pero el testimonio de las madres no cuenta, para ellas sus hijos son querubines

-ummm… si dices que ya has venido otras veces aquí, ¿qué hacías?, ¿solo caminar por la arena y ya?

-como me cambias el tema… jajajaja… pues sí, vengo a caminar o a acostarme aquí a contar galaxias o a intervenir mi cráter personal

-¿tienes tu propio cráter en la luna?

-sí, por supuesto, ven y lo verás con tus propios ojos

-por cierto, la noche lunar no es tan oscura como pensaba

-eso es porque el cristal de tu casco permite una mayor visibilidad aprovechando la luz de las estrellas, pero si te lo quitas no podrás ver dónde pones tus pies

Nos levantamos para seguir caminando y yo miraba el suelo, era como estar caminando por la arena en una noche clara, no con la claridad de la luna llena, pero sí con suficiente visibilidad, ella me tomó de la mano y seguimos avanzando de frente hacia la oscuridad, pero la vi dudar por un momento, se detuvo y miró hacia atrás, donde habíamos dejado el “auto” hizo un leve gesto con su mano y aquella máquina comenzó a avanzar hasta detenerse junto a nosotras.

-creo que es mejor que lo hagamos sobre Skadi, pues te cansará la caminata en esta micro gravedad

-¿le pusiste tu nombre al auto?

-el de la diosa de invierno, no el mío

-jajaja pero si es tu nombre natal, jajajajajaja… tan vanidosa

-eh…

-uh, creo que si pudieras sonrojarte, en este momento estarías más roja que un tomate

-ahora quién se burla de quién…. Ya, sube al auto

-como digas…

No podía contener la risa que me daba ver a Zafiro apenada, se veía tan adorable. Tomó el control de “Skadi” y avanzó lentamente, los accidentes en la superficie comenzaron a ser numerosos, pequeñas y grandes elevaciones alrededor nuestro y muchas más rocas se sentían a nuestro paso

-mi cráter está justo en el ecuador lunar, en el centro de la “cara oculta” por eso vemos tantos accidentes en el paisaje.

-sí, ya lo había deducido, pues si en la tierra estamos en la fase de luna llena es lógico que en el lado opuesto sea de noche

-así es, ya estamos llegando, ¿ves aquellas rocas justo al frente?

- señalaba con su mano un grupo rocoso con la altura de un edificio de cinco pisos

-ajá

-bueno, ahí dejaremos el auto y el descenso lo haremos a pie, te divertirás

Tal como lo dijo estacionó a Skadi junto a las grandes rocas y caminamos un poco para bordearlas, un enorme cráter se abría frente a nosotras, lograba adivinarse un pequeño montículo en todo el centro, muy seguramente los restos del meteorito responsable de aquel enorme agujero circular.

-¿bajamos?

-umm… eso está muy oscuro, ¿es seguro descender por aquí?

-confía en mí, es como bajar por un tobogán de arena, no te harás daño, además tu traje es más resistente de lo que piensas

-si tú lo dices…

-será divertido, yo iré justo detrás de ti

-¿Qué? Yo no iré de primero

-pero si voy primero me perderás pronto de vista y entrarás en pánico con mayor facilidad

Yo estaba nerviosa, eso de tirarme por la arena en semejante oscuridad era muy intimidante, aunque el casco me permitía ver cierta claridad, no era suficiente para mí, pero decidí confiar en Zafiro y me senté en el borde del cráter como ella me lo indicó. En cuanto estuvo satisfecha con mi postura corporal me dio un empujón por la espalda y la inercia hizo el resto del trabajo.

Era verdad, como deslizarme por un suave tobogán de arena, solo que no a la velocidad que hubiera querido, me sentí niña de nuevo y grité emocionada levantando mis brazos, pronto Zafiro bajaba paralela a mí, también divertida y agitando sus pies en el aire

-wouuu! Quiero hacerlo de nuevo

-te dije que lo ibas a disfrutar… ahora ¿qué te parece si hacemos una carrera hasta el centro?

-¡Sí!!!!... ¡estoy lista!

-ten cuidado, correr aquí es distinto, así que mide la fuerza de tus pisadas

-¿y cómo se hace eso?

-corre y lo sabrás- pude sentir la sonrisa traviesa en su voz, tomó posición de carrera y gritó- ¡Ya!

Yo salí disparada por el impulso con el que hubiera corrido en la tierra, lo que fue un error, pues salí elevada y caí unos cuantos metros más adelante, ella en cambio iba dando graciosos saltos de gimnasta hasta llegar al centro, me impulsé de nuevo y con otros tres saltos ya estaba junto a ella, tuvo que atraparme para frenar mi impulso, pues iba a seguir rebotando.

-quitemos la arena, así podrás ver mi obra

Comenzamos a sacudir lo que parecía una enorme roca de quizá diez metros o más hundida en la arena, ella se quitó los guantes y los usó como una pequeña escoba.

-tardaremos un poco con esto

-eso veo, hubiéramos traído un par de escobas

-lo siento Lisa, no lo tuve en cuenta, tendré que hacerlo a mi manera, solo no te asustes.

Entonces hizo algo inaudito, puso sus manos desnudas sobre la arena y ésta empezó a comportarse como lo hace la limadura de hierro en presencia de un imán, de esta manera movió todo ese volumen de polvo lunar lejos de la superficie del meteorito dejándolo impecablemente limpio.

Quedé estupefacta por semejante habilidad ¿de cuánto más es capaz Zafiro? No tenía palabras para decir nada, preferí guardarme el asombro y las preguntas para otro momento, pues podía intuir que para  ella era muy importante enseñarme lo que había en esa superficie rocosa

-presiona a los costados de tu casco, en la altura de las orejas

Así lo hice y mi casco comenzó a irradiar luz blanca desde la parte superior frontal, como una linterna en un casco minero, pero más cool. Ella hizo lo mismo, y con la luz de las dos pudimos ver con claridad lo que había en la superficie de la roca; una monumental y delgada luna en su cuarto menguante con una hermosa mariposa azul hiperrealista también de inmensas proporciones dentro de ella, tallada de tal manera, que la mariposa parecía poder salir volando en cualquier momento

-¡oh por Dios! Esto está hermoso Zafiro…  ¿cuánto tardaste en hacerlo?

-unas cuantas semanas, pues tuve que ir a la tierra en busca de cal y aglutinantes para acentuar un poco esa coloración de la luna

-y ese precioso azul en la mariposa, ¿qué usaste?

-es natural de la roca, pues curiosamente es un meteorito con un corazón de azurita, tuve que devastar un gran volumen de la roca para encontrarlo, pero valió la pena, el acabado es perfecto

-¿azurita en un meteorito? ¿en serio?

-sí, ¿por qué te extraña? La tierra es solo un pequeño depósito de riquezas, el universo es mucho más vasto. No sé de dónde vino éste meteorito en particular, pero era el perfecto para ésta obra, posee una mezcla única y rara de minerales. Mira esta parte, donde tallé la media luna, hay una gran veta de diamante allí, ¿lo ves? Y estos brillos de allí son trozos de titanio, también hay hierro y níquel en esta parte de abajo, ¿lo notas?
-
wou!! ¿Y esto blanco es la cal que le pusiste?

-así es, pues ese trozo es demasiado negro y desentona con el resto, usé una mezcla de carbonatos y cal con cola de pez, curiosamente han resistido muy bien este ambiente extremo, pues lo usé en un principio como barniz, solo para diferenciar un lado de otro, pero decidí dejarlo, me gustaba el color que le dio entonces preferí dejar que el espacio sideral hiciera lo suyo y lo eliminara, pero aquí está, fijo a la roca ciento veinte años después

-¿tienes una cámara? Esto definitivamente hay que fotografiarlo

-um… no es necesario, vendremos a verla siempre que quieras

-¿por qué? ¿Tienes algo en contra de fotografiar tus obras?

-no, solo ésta; es privada

-¿qué significa? ¿Por qué una mariposa en la luna?

-porque, vista desde la tierra en el cielo nocturno, la luna está tan sola como yo, por eso las dos nos hacemos compañía, yo soy la mariposa y la luna era mi compañera, ésta talla era como una petición al universo, clamaba por un amor que deshiciera mi condena de soledad. Por eso te traje a verla, por fin, mi luna personal ha llegado… -me miró a los ojos a través de su casco- y curiosamente tus ojos grises son como un par de lunas plateadas

Mi corazón dejó de latir por un breve segundo, para luego saltar desbocado, porque experimentaba tanta felicidad con sus palabras. Amarla en tan breve tiempo era tan fácil para mí como respirar, pero que ella me amara, era en verdad indescriptible, me sentí honrada profundamente y busqué su cuerpo con repentina necesidad para fusionarme con ella en un prolongado abrazo. Mi corazón me decía que tal vez yo empezaba a significar mucho para ella, más de lo que las dos nos permitíamos admitir.


Permanecimos abrazadas por un buen espacio de tiempo, paradas sobre el borde inferior de aquella luna tallada, no hubo necesidad de palabras, pues nuestros corazones se estaban comunicando en silencio.

Feliz Cumple Zafiiii




Hoy se cumple un año de la publicación del primer capítulo de Zafiro, y bueno, como les dije ayer les diré algunas curiosidades, pero primero un saludo afectuoso a María Laura en la bella Argentina por sus comentarios y activa participación en mi blog, también a Karito, quien ha estado también comentando mi historia aunque desde el capítulo 11 no haya vuelto por estos lados. Saludos a TODAS y Todos los lectores que pasan por mi blog, aunque no comenten si me queda registro de sus visitas, muchas gracias por leer!!
También a quienes han comentado la primera entrada de Zafiro y algunas otras por ahí, un abrazo para ustedes ;)

Primero contarles que esta historia nació realmente en el 2012, ya tenía varios capítulos escritos pero el disco duro de mi portátil se quemó y perdí todo lo que llevaba, así que solo hasta el 2013 cuando ya había superado esa pérdida de información decidí volver a escribirla, obvio que hubo variaciones, pero la esencia permaneció, pues lo primero que tenía claro en mi mente era la naturaleza de Zafiro y la personalidad de Lisa.

Originalmente me inspiré en la saga crepúsculo, que leí de un solo tirón en dos meses, esa lectura me ayudó un poco a distraerme de mí misma y mi dolor por una ruptura amorosa, así que creé en mi mente este personaje como ejercicio para activar mi imaginación y evadirme un poco de mí misma, aunque Lisa, que es quien cuenta la historia tenga un buen porcentaje de mi personalidad.

Ahora sí  a responder las preguntas:
-¿Qué significa "escala"?
A las escalas que me refiero son escaleras de cemento en las calles que son muy empinadas, puesto que Medellín está asentada entre montañas, y muchas de las calles tienen mucha pendiente, la calle a la que me refiero existe, y son unas escaleras que tengo que subir a diario y me cansan mucho, por ese hecho de ser tan fastidiosas para mí las incluí en la historia.
-¿Qué es una "cuadra"? Porque dudo que Zafiro esperara a Lisa entre caballos.
Una cuadra es el conjunto de casas o edificios que hay entre una calle(carrera o avenida) y otra, entonces siempre se cuenta ese trayecto como una cuadra, supongo que por la forma cuadrada o rectangular que tienen vistas desde el aire.

-¿La facultad de minas tiene que ver con la minería?
Así es, allí estudian todo lo que tiene que ver con minería y suelos

-¿Cómo hace Zafiro para controlar sus impulsos "sexuales" si aparentemente nunca los había sentido?
Una de las características de Zafiro es que tiene absoluto dominio de sí misma, y precisamente por eso se contiene, dándose tiempo de reconocer e identificar esas emociones que no había experimentado antes

-¿Si la diosa Indunn se conserva siempre joven, cómo es que Skadi escucha a una anciana en el bosque? ¿Se puede presentar en cualquier forma como los dioses griegos?
Ella no vio a la diosa, sino al espíritu de la primera sacerdotisa y por lo tanto su ancestra materna más antigua.

-¿Lisa es zurda!?!?!? Le dolía un poco la mano izquierda de tanto dibujar!!!
Así es, las dos somos Zurdas, es un talento que generosamente le presté al personaje ;) jajajajaja

-¿Cuánto hay de Lis en Lisa? Además de las artes plásticas y espero no equivocarme pero intuyo que también sos zurda
Lisa tiene un 40% de mí, considero que es un buen porcentaje, lo demás es ficción

-Además de inspirarte en Crepúsculo, que citaste en algún capítulo, ¿en qué más Lo hiciste???
Pues fue mi motivación original, pero también me ayudó la literatura de ficción, algunas obras de Isabel Allende, la saga de Eragon, pero lo que me motivó a publicar la historia en mi blog a medida que la escribía  fue el blog de la Teta feliz, lo visito casi a diario y muchas de sus historias me han encantado, así que es por eso, más que por evitar otra pérdida como la de mi computador anterior

-¿Zafiro respira por placer de la misma manera que come???
Así es, ella no necesita el oxígeno totalmente. Pero su sentido del olfato es tan desarrollado como todos los demás

-¿Has hecho algún dibujo de cómo la imaginás?
Está en proyecto hacer una versión ilustrada de la novela en cuanto la termine, no sé todavía si me anime realmente a hacerla. pero aún no he hecho el primer boceto de Zafiro, aunque su imagen sea totalmente vívida en mi mente.

Un último comentario, ya me voy a dormir para ir mañana a clases; en la cultura griega Afrodita (Venus para los romanos) es la diosa del amor (más pasional y carnal) su hijo Eros (Cupido para los romanos) era el dios del amor (más emocional) y Dionysos (Baco para los romanos era el dios del vino y los excesos). Lo aclaro porque las clases de griego me han vuelto detallista en ese típico error, no está mal pero has mezclado el nombre de los dioses.
¡Gracias por este aporte! pero cuando Lisa la llama "Afrodita" se refiere a su belleza, más que a su erotismo, (aunque también lo incluye) pues Afrodita es la más bella del olimpo

Bueno, Esta noche en cuanto llegue a casa publicaré el capítulo 14, pues no quería pasar esta fecha sin publicar

Otra curiosidad que solo hace pocos días tuve en cuenta: Yo nací un 7, el primer capítulo lo publiqué un 7, y llevo en capítulos hasta el momento la suma de estas dos fechas.
Feliz día Zafiro, espero poder contar todos tus secretos, pero sobre todo que disfruten de esta historia.

Besos a mi Nati, tú lo eres Todo!!

domingo, 6 de abril de 2014

Zafiro 13

Terminé con los 20 dibujos como a la una de la mañana, Zafiro seguía mostrándose tan fresca y relajada, me sorprendió su resistencia, pues otra en su lugar se habría agotado con la primera hora, yo en cambio estaba sumamente cansada, me dolía un poco la mano izquierda de tanto dibujar, pero sobre todo me dolía la espalda y el trasero de estar tantas horas sentada. 

Se acercó a mí para ver el fruto de mi trabajo y pude notar con cierto orgullo que le gustaron mis dibujos, yo también estaba satisfecha, pues había logrado captar con mis trazos la belleza sublime de su cuerpo. Tomó algunos en sus manos y me ayudó a ponerlos sobre la mesa de dibujo para echarles el fijador, acomodamos todos los elementos que había usado dejando todo en su lugar, excepto por los dibujos que ella organizó en cuatro filas de cinco, sin duda no podría llamarla desordenada.

Una vez que terminamos con todo yo recogí nuestras ropas, ella apagó las luces y me condujo de la mano hasta su habitación, eran ya las dos de la madrugada, sin más protocolos nos metimos en la cama, ella me abrazó acomodando mi rostro entre su pecho y en el acto quedé profundamente dormida. Había sido un día intenso y dormir entre sus brazos era simplemente el paraíso.

Una suave caricia me despertó, curiosamente, pese a haber dormido tan pocas horas, me sentía tan relajada y descansada, lo primero que noté fue el intenso azul de sus ojos, su hermosa sonrisa que me hacía suspirar y un delicioso aroma a chocolate, se acercó para darme un beso en la frente al tiempo que me saludaba con su encantadora voz

-Buenos días dibujante
-Buenos días Afrodita

Le contesté sonriente con mi voz dormida, la tenue luz de la ventana me indicó que debía ser muy temprano aún, entonces me percaté que ella estaba sosteniendo una pequeña mesa ubicada en su lado de la cama, alcancé a notar algunos vasos y platos sobre ella, entonces comprendí… me había traído el desayuno a la cama ¿en qué momento se levantó?

Perezosamente me senté, pero el llamado urgente de mi vejiga me impidió ronronear por más tiempo, le di un beso en los labios antes de ir corriendo al baño para atender mis necesidades fisiológicas, una vez aliviada tomé su cepillo y procedí a asearme la boca, me lavé también la cara y desordené un poco más mi cortísima melena, es la ventaja de llevar el pelo corto, hace que el cabello desordenado luzca tan cool, me miré al espejo satisfecha, mis ojos grises brillaban alegres, como hacía mucho tiempo no lo hacían, definitivamente había tenido un hermoso despertar.

Salí sin más demoras y me trepé en la cama abrazando a Zafiro por la espalda y llenando de besos su cuello y sus hombros, ella sonreía juguetona, y con un giro de su torso quedó frente a mí tomándome de la cintura y en el mismo movimiento me tendió sobre sus piernas.

-amaneciste muy juguetona, pero te tengo una sorpresa, así que toma tu desayuno para que puedas venir conmigo
-me gusta éste desayuno- dije mirándola provocativamente
-pero yo hablo de éste desayuno- 
y mientras lo decía me sentó entre sus piernas para acomodar frente a mí la mesa, que inexplicablemente no se había volcado sobre la cama con todo aquel movimiento.

Era delicioso sentirla en mi espalda, acomodó su rostro entre mi cuello y mi hombro, posó sus manos sobre mis piernas acariciándolas sutilmente, mientras yo me decidía entre probar los platos que había frente a mí o girarme para comérmela a besos. Sabía que no me dejaría distraerme de la comida, así que empecé probando mi bebida preferida, y que preparado por Zafiro, ese chocolate me supo a gloria.

Después de mi primer sorbo sentí el suspiro de Zafiro en mi oído, así como una risita traviesa

-¿te ríes de mí?
-sí
-¿ah sí? ¿y eso como por qué?
-verás, es que tu cara de anoche cuando te pedí quedarte decía tantas cosas, y por lo preocupada que estabas por tus tareas decidí seguirte la corriente, así estarías libre de obligaciones y te tendría totalmente disponible para hoy

¿De qué estaba hablando? ¿cómo que disponible para hoy? ¿pretende que me salte las clases después de pasar casi media noche haciendo esos dibujos? No entendía nada de lo que acababa de decirme

-no pongas esa carita, ya sé que estar conmigo te hace perder la noción del tiempo, pero me alegra decirte que te saltaste un día entero y esa es una gran ventaja, pues no tienes excusa para negarte a pasar este domingo conmigo

Por poco boto el chocolate sobre la cama

-¿Domingo????
-Sí querida, es domingo hasta las 0 horas de esta noche
-¿pero cómo?
-Sencillo: después del viernes sigue el sábado, luego sigue el domingo y entonces sí llega el lunes.
-¡Oh por Dios!!!!- dije llevándome las manos a la frente, ella tenía toda la razón, solo que había sido todo tan intenso, que me parecieron varios días en lugar de uno, tanto había perdido la noción del tiempo junto a ella.
-¿entonces por qué no me dijiste anoche? ¡Tanta preocupación en vano!!
-no ha sido en vano, lo hice a propósito para que hoy estuvieras totalmente libre, así que termina pronto tu desayuno

Dijo sonriente, yo seguía incrédula, pero aproveché su desayuno, pues increíblemente tenía un apetito voraz, ella seguía sonriendo su travesura y haciendo comentarios divertidos sobre mis gestos mientras yo pésimamente fingía enfurruñarme, pues no podía negar el hecho de que mi corazón latiera emocionado por tener todo un día disponible junto a ella, estaba pletórica de alegría.

En cuanto terminé hice la mesa a un lado para darle las gracias como se debía, aprovechando mi posición la tumbé en la cama mientras la cubría de besos, pero una vez más ella tomó el control de la situación tomando mi rostro entre sus manos y mirándome con tanta intensidad y genuino entusiasmo en sus ojos

-ya que estás bien alimentada, entra a la ducha y organízate, te esperaré en el jardín en unos diez minutos, no tardes por favor
-¿no vienes conmigo?
-estaré esperando por ti, así que es mejor que entres ya- dijo sentándose en la cama, lo que me obligó a levantarme

Realmente parecía tener prisa en que me organizara pronto, así que un poco intrigada entré a la ducha, traté en lo que más pude de no disfrutar tanto del agua tibia, pues mi impaciente Zafiro me esperaba, así que salí lo más pronto que pude pensando en que mi ropa ya no estaba en condiciones de usarse, pero encontré sobre una cama pulcramente organizada, ropa íntima así como un atuendo propio de alpinista: sudadera y suéter grises, una chaqueta impermeable, medias y zapatos deportivos. ¿A dónde me pensaba llevar?

La curiosidad me estaba picando en tal manera que me puse todo aquello en tiempo récord y corrí al jardín a buscarla, pero no llegué ni a la cocina, pues me la encontré en medio del pasillo, llevaba un traje de piloto de careras color violeta que la hacía lucir condenadamente sexi, no me dejó pronunciar palabra, me tomó de la mano y me condujo a la sala de la entrada; en uno de los sillones había otro traje como el que ella llevaba pero de color negro y con franjas azul-plateado, me instó a ponérmelo y en cuanto lo hice parecía haber salido de la película Tron, no he de negar que me encantaba, pues a pesar de toda la ropa que llevaba debajo, se ajustaba y realzaba perfectamente mi figura, incluso llegué a ver la boca de Zafiro levemente abierta del asombro, entonces di un sensual giro para provocarla pero ella solo se limitó a sonreírme y a entregarme el casco.

Salimos por la puerta principal y allí en frente estaba su auto, había cambiado de color, ahora lucía un plateado cromado con visos azules y a la luz del sol matutino brillaba imponente, pero aún a pesar del color tan metálico seguía teniendo la apariencia y suavidad de un pétalo.

-Lisa, ponte el casco

Me lo dijo mientras ella ocultaba su cabello en el suyo, yo le obedecí divertida y con una curiosidad enorme, ¿a dónde pensaba llevarme? ¿y por qué el casco? Pues con aquel atuendo suponía que encontraría alguna extraña motocicleta o algo por el estilo. 

Pero ella me sacó de mis pensamientos abriéndome la puerta, yo entré y me senté, se inclinó sobre mi y, sin tener en cuenta la seguridad que ya el asiento me brindaba, tomó más precauciones asegurando no solo mi torso sino también mis brazos y piernas ¿por qué aquellos cuidados? Al mirarla solo podía ver su sonrisa pícara detrás del visor de su casco, la divertía tenerme en suspenso, solo se limitaba a decirme, “siéntate así” “acomoda la pierna” “enderézate” y hacía como que no oía mis preguntas, y tuve que aceptar que esa Zafiro críptica me encantaba

Ella dio la vuelta al auto y se ubicó en su propio asiento, pero sin tomarse las molestias que tomó conmigo, puso sus manos en el “volante” y el auto cobró vida

-¿por qué casi me has fusionado a la silla mientras que tú puedes estar sin protección?
-porque no la necesito.- me miró entusiasmada- ya relájate Lisa, y disfruta, sé que te encantará

En lugar de salir disparado a gran velocidad por el camino, tal como lo suponía, comenzó a levantar su parte delantera hasta quedar en posición vertical, por un segundo creí que se volcaría y me aferré aún más a la silla con los dedos que aún me quedaban libres, al llegar a esa posición se detuvo por un breve segundo y entonces pude percibir como una gran detonación, sonó como un bajo pero fuerte “boom” y salimos disparadas hacia las nubes, la vista través de las ventanas era increíble, subíamos a una velocidad impresionante, sin embargo la presión al interior era imperceptible. A los pocos segundos pude ver una curvatura azul debajo de nosotras y al frente una oscuridad asombrosa pero no se detenía, siguió con la misma o mayor velocidad a medida que ascendíamos, un minuto después habíamos tomado la distancia suficiente como para ver la enorme esfera azul de la tierra.

Estaba fascinada y aterrada a la vez, solo había tomado minuto y medio para salir del planeta, pero la pregunta era ¿por qué en primer lugar me sacaba de él? ¿y qué clase de auto es ese que realiza una maniobra semejante sin sufrir en lo más mínimo y sin necesidad de toneladas de combustible?

Miré a Zafiro y estaba radiante de alegría, yo estaba atónita, no sabía si gritar de la alegría o del pánico, si había algún gramo de cordura en mi mente, con esto se evaporaba. De nuevo fue ella quien rompió el silencio, su voz suave y alegre sonaba junto a mis oídos dentro del casco

-¿es impresionante verdad?
-es… maravilloso… pero… estoy algo aterrada la verdad
-¡no pienses tanto, solo disfruta!!
-¿cómo es que tu auto puede hacer esto?
-no pienses en eso, deja la razón en la tierra, mira bien hacia el frente
-¡oh por Dios!!

Frente a nosotros se acercaba la luna, su blanca redondez  se miraba nítida y en constante aumento, de seguir a esa velocidad nos estrellaríamos en ella, pero cuando creí que el impacto era inevitable el pequeño auto sobrevoló la superficie lunar logrando darle una vuelta completa a mi amada luna, el miedo se me esfumó de inmediato, estaba completamente absorta contemplando sus cráteres su color y poder ver tantas estrellas como jamás imaginé, y la esfera azul que era nuestro planeta flotando en el espacio. No había palabras, no podía articular sonido alguno, mi respiración contenida por el asombro y la emoción era lo único que salía de mí, Zafiro en cambio estaba tan eufórica que al fin el sonido de su risa logró contagiarme.

Se detuvo justo en esa franja de penumbra, la frontera entre el día y la noche lunar, ella me había llevado a la luna literalmente, nunca una expresión tan romántica había llegado a hacerse concreta realidad.

-Aquí estamos… el casco te permitirá respirar con toda tranquilidad, y ese traje que te queda tan hermoso te protegerá de la radiación. Ahora si quieres… -

Desactivó mi sistema de seguridad, por lo que el cálido abrazo del asiento me liberó, su mirada me dio confianza, ella se giró, abrió su puerta y rodeó el auto para abrir la mía, me tendió la mano mientras me hablaba

-mi querida Lisa ¿me harías el honor de dar un paseo conmigo por la luna?

Solo la miraba atenta, conteniendo la respiración y consciente de mi ritmo cardíaco, ella me invitaba a bajarme para poder pisar aquella arena y convencerme de la verdad. Algo temblorosa tomé su mano para tener el suficiente valor y poner mis pies en la luna ¿puede haber algo más paradójico? Siempre me han dicho que mantengo en la luna, y ahora que realmente estaba en ella dudaba en pisarla.

Al fin lentamente me giré y puse un pie, luego el otro y salí del auto, la levedad de mi cuerpo y aquel desértico pero hermoso paisaje me llenó, de no ser por el casco habría besado a Zafiro allí mismo.

-realmente, esto es increíble, dime que no estoy soñando
-No lo estás, hoy es domingo y en tu territorio nacional son las 8:10 de la mañana, llegamos aquí después de tres minutos con 45 segundos de vuelo
-pero es un auto…

Tuve que comerme las palabras, pues el “auto” había cambiado de forma en algún momento, por fuera lucía como un mini transbordador del tamaño de un Renault.

-¿por qué me trajiste aquí?
-¿quieres regresar?
-¡No!! Pero… quiero saber
-bueno, es mi lugar favorito, aquí puedo darme los mejores baños de sol, quería mostrártela de cerca
-si por las noches se ve tan hermosa, estar aquí es realmente una fantasía hecha realidad
-me alegra hacer realidad tus fantasías
-pues… en este momento quisiera besarte
-um… bueno, tal vez lo intentemos… toma aire antes de quitarte el casco

Ella se acercó y me abrazo por la cintura con uno de sus brazos, mientras que con su mano libre se quitó el casco dejando su cabello flotar en la micro gravedad lunar, entonces entendí sus palabras y tomé aire para quitarme el casco, estaba absorta en el brillo de sus ojos felices.

En cuanto mi rostro quedó desnudo sus labios se posaron en los míos, mi corazón latía emocionado y la ausencia de aire era lo último en mi mente, sus besos eran mi universo en ese momento, con ternura exquisita dio por finalizado el beso y puso mi casco en su lugar, para que pudiera respirar nuevamente, se puso el suyo, aunque intuí que no lo necesitaba, solo lo hacía para que pudiera escucharla

-tus besos me llevan a la luna
-será porque estamos en ella


Sonreímos, tomó mi mano y comenzamos a caminar.