lunes, 26 de enero de 2015

Zafiro 23

Quedé un poco sorprendida, por supuesto que había escuchado sobre los rayos del Catatumbo, pero verlos en persona sería tan emocionante, estaba tratando de asimilar la información, muy seguramente con mi cara de idiota, cuando Zafiro me tomó de una mano y me hizo dar una graciosa vuelta sobre mí misma

-¿y bien, te gustan los cambios?

-¿cambios?

No tenía la menor idea de qué estaba hablando, ¿acaso no íbamos rumbo al Catatumbo? O dijo algo más y no la escuché, ¿de qué me perdí?

-jajajajajaja tu cara es un poema, mírate, ¿o pensaste que saldríamos de aquí sin dejar que te vieras al espejo?

-ah…

No había notado que estaba frente al enorme espejo de su baño, ella estaba justo detrás, con sus manos en mi cintura, mirándome por el espejo sobre mi hombro derecho, le sonreí y me fijé en mi propio reflejo.

Por un momento quedé sin palabras, siempre me había gustado lo que veía en el espejo, pero ahora parecía que veía el reflejo de mí misma a los 20 años, los cambios eran muy sutiles y eso me encantaba, era yo misma, pero más joven, lo único notable era el cabello, su color castaño se había aclarado unos dos tonos y había adquirido un toque rojizo que le daba más armonía a mi rostro, y mis cejas ahora lucían perfectas, agradablemente más pobladas y mejor delineadas, mis ojos habían ganado con ese pequeño cambio.

Mi sonrisa se ensanchó, levanté los brazos eufórica y di una vuelta para quedar frente a Zafiro y agradecerle apropiadamente. Mi beso la sorprendió por un instante pero en seguida me respondió, fue un beso cargado de alegría, juntas lo terminamos con una gran sonrisa

-eres maravillosa, gracias de corazón, por todo

-gracias a ti, me has dado esperanza, y sabes… me gustas mucho, pero los cambios que sugeriste realmente se sientan de maravilla

-cambios que tú hiciste- enfaticé- me veo tan joven

-eso es porque rejuvenecí la edad biológica de tu cuerpo

-¿cómo?

-sí, rejuvenecí todas tus células, ahora tienes el cuerpo de unos 19-20 años aproximadamente

-waaao, me has quitado literalmente 10 años de encima…¡¡¡y me encanta!!!!

-me alegra que te hayan gustado los cambios

-no me gustan, me fascinan… ahora sí ¿nos vamos?

-Vamos

Subimos a Skadi y ésta salió disparada hacia el cielo con ese estallido bajo que ya conocía, al instante ya habíamos descendido sobre el mar, era intimidante, el negro reinaba solemnemente, sabía que estábamos sobre el agua por los suaves destellos plateados que la luz de la luna reflejaba sobre su ondulada superficie. Pero apenas si pude apreciar el negro paisaje, al siguiente segundo ya teníamos justo enfrente la imponente luz violeta de una descarga eléctrica.

Zafiro redujo notablemente la velocidad, como si navegáramos tranquilamente sobre el río. Habíamos remontado el Catatumbo desde su desembocadura en el lago Maracaibo y ahora nos acercábamos a una de sus orillas. Nos detuvimos en tierra, en una zona rocosa por lo que pude apreciar con el destello del siguiente relámpago, justo detrás de una enorme piedra un poco más grande que Skadi

-Por favor quédate dentro, no es seguro para ti que salgas, podrás verlo todo desde aquí pero te suplico que no salgas por ningún motivo

-no pensaba salir, aquí la inmortal eres tú

-Skadi es muy segura, estarás bien

-lo sé, ve tranquila, te espero aquí

El dispositivo de seguridad nos liberó y ella se giró hacia mí, correspondí su gesto, por primera vez vi en Zafiro un atisbo de nerviosismo, estaba ante lo que sería un evento muy importante en su vida si lo que iba a realizar tenía éxito. Inspiré profundo y me acerqué a ella lo que más me permitía aquella postura, uní mi frente a la suya y tomé su rostro entre mis manos.

-todo estará bien

Susurré junto a sus labios una y otra vez tratando de transmitirle todo mi apoyo

-todo estará bien, confía

La sentí inspirar profundamente, depositó un ligero beso sobre mis labios y salió, una vez fuera se despojó de sus ropas, las dejó sobre su silla y cerró la puerta activando a la vez el sistema de seguridad que me sujetó a mi propia silla. Se quedó un momento en pie junto al auto y luego la vi caminar lentamente hasta subir a lo más alto de la piedra junto a la que nos habíamos detenido. Se quedó en pie, como una majestuosa estatua de hielo, sostenía entre sus manos el frasco con el extracto de mi ADN, lo sabía porque la había visto tomarlo entre sus dedos, pero a ojos de cualquier otro observador incauto parecería que ella estaba orando, su semblante reflejaba la concentración pura.

Sentí el cambio en la atmósfera, las nubes brillaron con las luces azul violeta de varios relámpagos, la carga eléctrica se notaba en el aire. El primer rayo cayó potente sobre Zafiro, una hermosa descarga de luz de tonos violeta, ella lo esperaba con los brazos abiertos y el rostro dirigido al cielo, su cuerpo entero se transformó en luz por un brevísimo instante, elevándose casi un metro sobre la roca. Dos esferas de luz se formaron en torno a sus manos, las fue acercando frente a su pecho y las dos esferas fueron una, ésta levitó lentamente hasta estar justo sobre su frente, y, en ese momento una descarga más potente que la anterior cayó sobre ella, y luego otra más, y otra más y otra más.

Los rayos descendían sobre la roca, pues ya me era imposible distinguir su figura entre tanta luz, sin contar que el sonido era ensordecedor. Mi corazón se encogió, ¿y si no había resultado?, ¿y si en lugar de hacerle bien le había hecho daño?, ¿y si se había vuelto vulnerable?, sentí crecer el pánico en mi pecho, no podía perderla así.

-¡¡¡ZAFIRO!!!

El grito se escapó de mi garganta, quería salir corriendo y abrazarla, saber que todo estaba bien, que ella estaba bien, pero por más que luché no pude liberarme de mi asiento y las lágrimas inundaron mis ojos nublando mi visión, solo distinguía los flashes de luz que me indicaban que la lluvia de rayos seguía cayendo implacable sobre aquella roca donde estaba la mujer que amaba. Sí, ella tenía que estar ahí, no soportaba el pensamiento de que algo le hiciera daño y un momento de duda había bastado para hacerme ver que era posible su pérdida.

Su nombre salió de mis labios como un grito, como una súplica, como una necesidad, las lágrimas eran ya un torrente, no soportaba más la incertidumbre y los flashes de luz no se interrumpían. Ya no pude pronunciar más palabras, solo sollozaba impotente mirando aquella danza de luz que se me hizo macabra.

Cuando creía colapsar un eco de sus palabras vino a mi mente, “si logras desarrollar el autocontrol, podrás tener un mejor dominio de ti misma que el resto de los humanos” necesitaba serenarme. Respiré profundamente una y otra vez hasta que las lágrimas cesaron “medita” Cerré mis ojos y me centré en el propio latido de mi corazón hasta que su ritmo dejó de ser un frenesí alocado para convertirse en una suave danza de pulsaciones más serena cada vez. Cuando la paz volvió a mí abrí los ojos.

Parecía que una estrella se había posado sobre la roca y extendía ramas de luz hacia las nubes, aunque bien sabía que el proceso era a la inversa y eran las nubes quienes alimentaban aquella esfera luminosa, tuve que protegerme del resplandor con una mano, pues se había hecho demasiado intenso como para mirarlo fijamente.

Después de lo que me pareció una eternidad la luz disminuyó a medida que los rayos fueron haciéndose más escasos, luego todo quedó en silencio y no hubo más descargas, solo una figura luminosa en pie sobre la roca, quien la viera diría que era una aparición divina, un ángel, una diosa, imponente, hermosa, majestuosa, hecha solo de luz.

Lentamente descendió y se ubicó junto a mi puerta que se abrió y al instante la silla me liberó de su prisión, quedé en pié frente a ella, muda ante la majestuosidad de su aspecto, Dios tendrá que verse de manera parecida, pues todo lo que me ordenaba mi instinto era inclinarme a sus pies y adorarla, sin embargo sus manos cálidas tomaron las mías mucho antes que mi cuerpo hiciera movimiento alguno. Me es imposible describir con palabras lo que estaban viendo mis ojos.

Su mano derecha se posó bajo mi mentón y me hizo alzar el rostro para encontrarme con su mirada, ella sonreía dulcemente, yo sonreí y quebré la barrera de mi propia estupefacción, en un impulso la abracé estrechamente

-¡estás aquí!

-aquí estoy

-por un momento creí que te había perdido

-lo sé, te escuché

-estás aquí, no vuelvas a hacerme algo así, no puedo soportarlo

-tranquila, al parecer sigo siendo indestructible

-¿funcionó?

-pues por el momento tu ADN se ha mezclado con el de las células de mi amígdala cerebral y éstas no lo han rechazado, así que esa parte funcionó, habrá que comprobar si ha logrado derribar la barrera de terror

La abracé por un momento más hasta que ella suavemente se separó de mí

-vamos antes que vengan de nuevo sobre mí, los atraigo irremediablemente, soy para ellos como un imán

Me hizo entrar de nuevo en el auto, se vistió y se sentó en su lugar y salimos de allí

-creí que nos quedaríamos aquí eternamente

-solo fue una hora

-oh, no lo creo, fue demasiado tiempo

-no, comprueba el reloj

-¿qué reloj?

Me entregó mi celular. ¿pero cómo…? Lo miré y efectivamente eran las 8 de la noche, solo había pasado una hora desde que salimos de su casa

-¿cómo es que llegó mi celular aquí?

-creí que lo necesitarías

Suspiré resignada, ¿en qué momento había pensado en ese bendito aparato?, pero así es ella, siempre sorprendiéndome.

-¿Cuánto tiempo durarás así, ya sabes- la señalé completa- con toda esa luz?

-ah, ya pasará en una media hora

-tienes el aspecto de una divinidad

-todos los que me han visto luego de un banquete de éstos piensan lo mismo

-no puedo imaginar por qué será, no es como si estuvieras brillando con luz propia

Soltó una sonora carcajada ante mi sarcasmo

-jajajaja claro, no sé por qué, tal vez en la mente colectiva un dios está hecho de luz y al verme así inmediatamente la imagen visual concuerda perfectamente con la imagen mental y… ¡taraaan! Aquí hay un dios frente a mí

-¿y a dónde nos dirigimos tan lentamente?

-¿voy muy lento?

-si llegamos aquí desde Medellín en menos de un minuto y ahora que vamos tan tranquilamente por el lago Maracaibo no dejo de sentir curiosidad

-pues estoy haciendo tiempo hasta dejar de ser un ente luminoso, estaremos llegando a Bombay en aproximadamente 45 minutos

-¿Bombay?

-para entonces allí serán casi las 7 de la mañana y sus calles estarán tan abarrotadas que tendremos que avanzar a empujones… el sitio perfecto para saber si por fin dejé de causar terror a la raza humana

-¿y si no?

-habrá una estampida

-suena peligroso

-así es, pero seremos cuidadosas, no te preocupes, mientras tanto, ¿prefieres hacer el viaje por mar o por aire?

-nunca he navegado, pero preferiría hacerlo de día, el mar de noche es intimidante

-oh, no lo es, es hermoso, solo que no lo has apreciado bien, por eso le temes… entonces, por mar será

Skadi se deslizaba suavemente sobre las olas, hacía ya unos minutos que habíamos dejado atrás las costas venezolanas y nos adentrábamos en el océano atlántico, me mostró en un holograma del globo terráqueo la ruta que estábamos tomando, formando una S desde el lago de Maracaibo hasta las costas de la India. En ese momento íbamos en medio del océano frente a Brasil y Nueva Guinea rumbo hacia el sur

-en unos 10 minutos estaremos cerca del polo sur, ¿quieres dar un vistazo?

-me encantaría, pero creo que no vengo vestida apropiadamente para esas temperaturas

-pero no he hablado de caminatas, solo si quieres ver desde aquí

-Entonces supongo que sí, no quiero congelarme

-bien, entraremos solo un momento y luego seguiremos

Efectivamente diez minutos después nos adentrábamos por la hermosa blancura del polo sur, por primera vez en mi vida podía ver la nieve y eso me emocionó profundamente, no me importó el frío, le pedí que se detuviera y nos bajamos unos minutos, el cambio de temperatura fue brutal, pero estaba feliz de poder tocar la nieve con mis manos y caminar un poco por aquel valle plateado, Zafiro se mantuvo junto a mí transmitiéndome su calor evitando así que el frío austral me hiciera daño.

En medio de aquella blancura Zafiro parecía brillar aún más, pero demasiado pronto para mi gusto, mis pies no resistieron tanto frío y tuvimos que volver dentro de Skadi y reanudar nuestro camino, poco a poco fui notando que el resplandor de su piel se iba atenuando así como nos acercábamos progresivamente al amanecer, cuando vimos las primeras luces de la aurora íbamos ya frente a las costas de Somalia, pocos minutos después teníamos a Bombay frente a nosotras, para entonces Zafiro había vuelto a la normalidad con su hermosa piel azul frente al sol de la mañana que la hacía parecer de hielo pulido. Suspiró audiblemente.

-llegó la hora de la verdad

-¿nerviosa?

-yo diría que expectante, entraremos por uno de los puertos más alejados, y si todo va bien iremos al centro de la cuidad


Avanzamos lentamente hasta que se detuvo en el puerto que había señalado, nos miramos y permanecimos en silencio un instante, quitó la seguridad de las sillas y me sonrió, no necesitamos palabras, la resolución estaba ya en sus ojos, y las puertas se abrieron.

domingo, 25 de enero de 2015

Zafiro 22

Aún no había amanecido cuando sus besos me despertaron, un ronroneo de placer se escapó de mi garganta y me abracé aún más a su cuerpo, amo tanto su delicadeza, y despertar en sus brazos es lo mejor. Cuando me dí cuenta ella me había envuelto en la sábana y me llevaba por los pasillos de la casa como si yo fuera un bebé

-¿a dónde me llevas eh?

-a mi laboratorio

-pero si aún no amanece

-oh si, ya veo el espectro solar en el horizonte, en unos 10 minutos será visible para ti

-y no podíamos esperar hasta que el sol se viera entero por la ventana

-no, prefiero aprovechar cada segundo de luz y espero haber terminado al atardecer, así que empezamos ya

-¿en serio?...entonces bájame, no me he bañado, debería ir a ponerme decente ¿no crees?

-no, estás bien, luego iremos juntas a la ducha, o al lago, o al cuerpo de agua que prefieras

-eh… ¿tengo hambre?

-no es verdad, solo estás nerviosa, tranquila, estarás bien, no te haré daño

-de todas formas no deja de asustarme un poco

-solo relájate y ponte cómoda

-¿voy por algo de ropa?

-jajajaja dormiste desnuda junto a mí y ahora estás pudorosa

-aw, eres imposible, es que…

-shhh tranquila, estarás bien

Me acarició el pelo mientras me acomodaba en una camilla un poco demasiado elevada sobre el piso para mi gusto. Estaba nerviosa sin motivo, pues ella no haría nada para dañarme, tal vez solo era temor a lo desconocido, el mundo científico estaba lejos de mi alcance, pero mi confianza en ella es absoluta, así que para disipar el nerviosismo me centré en sus ojos y en sus suaves caricias, poco a poco mi respiración se normalizó y mi cuerpo se relajó notablemente.

Vencido mi nerviosismo inicial pude apreciar mejor su laboratorio, no sé por qué me imaginé un lugar subterráneo lleno de tubos de ensayo, cables, mesas de disección y aparatos complicados; nada más lejos de la realidad, en realidad era casi como un invernadero, en vez de paredes y techo había un material transparente cubriendo una fina estructura de madera, dejando pasar la luz exterior, el piso era de mármol blanco muy pulido. Junto a la “pared” del fondo había una serie de estanterías de vidrio llenas con lo que parecían ser frascos de perfume, debido a que su contenido era líquido de distintos colores, estaban organizados de tal forma que la luz incipiente del amanecer los hacía brillar, aportando al lugar un agradable ambiente cromático.

En el costado derecho, también recostada a la pared una mesa metálica tenía una serie de montoncitos de minerales, algunos en polvo y otros en pequeñas rocas y cristales ordenados milimétricamente en hileras, también por colores hasta la mitad de la mesa, la otra mitad, estaba llena de hierbas organizadas de igual manera.

A la izquierda en cambio había una enorme U en torno a la camilla que ocupaba el lugar central en el espacio, (donde yo estaba sentada tratando de cubrirme con la sábana) Consistía en una plataforma cristalina que parecía un súper computador y verticalmente una pantalla curva transparente con recuadros de diferentes tamaños, donde aparecían una serie de algoritmos y gráficas indescifrables para mí en las que Zafiro estaba muy concentrada, le bastaba con pasar su mano sobre éstas para que su contenido cambiara. Cuando estuvo satisfecha con todo ese galimatías volvió a mí su mirada

-Bueno todo listo, recuéstate, ponte cómoda

-eh, ok… qu… qué es lo que harás

-empezaré por observar tu actividad cerebral, y estudiaré 
minuciosamente la composición química de tus neuronas, tus fluidos endocrinos y todo tu sistema nervioso en general. Tú no sentirás nada, pues sabes que no necesito extraer nada de ti, mis ojos me bastan para ver todo lo que necesito. Pero puede llevarme algunas horas todo el proceso, pues no quiero dejar nada por fuera, así que lo más probable es que te duermas.

-bueno, no es tan aterrador como pensé… solo estarás mirándome fijamente durante horas, puede llegar a ser un poco intimidante pero nada más

-¿qué te imaginabas?

-no lo sé, tal vez que me llenarías de cables y esas cosas

-jajajajaja no, nada más lejos de la realidad

-lo sé, olvidaba que no eras una científica común y corriente

-solo voy a pedirte un favor

-claro, solo dime

-que no me distraigas

-oh ¿yo te distraigo?

-es verdad, no me seduzcas, que con observarte es más que suficiente

-jajajaja vale, no entiendo cómo puedo distraerte si estaré aquí acostada, casi dormida, ¿qué puedo hacer?... soy un alma inocente

-sí claro, lo estás haciendo ahora mismo

-¿ah sí?

-ya, deja de hacerme esas caritas, debo empezar

-pero si no estoy haciendo nada

-Shhh

No pude evitar sonreír, con toda seguridad ella se estaría sonrojando visiblemente en este momento si pudiera, pero el tono azulado de su rostro no varió en lo más mínimo, aunque la sonrisa de sus labios me lo decía todo. Cerré los ojos por un momento para dejarla concentrarse, pero luego la observé a mi placer durante un buen rato. La luz del amanecer se iba haciendo más fuerte a cada segundo, su rostro adquirió una concentración única, ni siquiera parpadeaba, sus pupilas se dilataron notablemente y el delgado iris de sus ojos parecía girar dejándome notar cuándo hacía un ajuste de enfoque, era hipnotizante.

Tal como ella lo dijo terminé durmiéndome.

-Lisa, ven siéntate, debes alimentarte

El exceso de luz me impidió abrir los ojos, lo que me hizo arrugar un poco el ceño

-¿qué hora es?

-las 8 de la mañana

-¿tan rápido?

-te dormiste profundamente, pero han pasado dos horas y media desde que te traje aquí

-sí eso parece

-toma

Me entregó un enorme vaso lleno de un líquido espeso de color verdoso

-¿y esto qué es?

-una mezcla de proteínas, minerales, vitaminas y nutrientes, tu sistema digestivo no tendrá que esforzarse mucho para absorberlo íntegro, te alimentará y te dejará satisfecha durante al menos unas ocho horas más

-huele a…

-¿a qué te huele? Tengo curiosidad

-a… ¿agua?... no… no lo sé, no logro identificar este olor… mmm pero sabe a… ¿jugo de albahaca y hierba buena?, sabe bien, se siente bien… es cremoso como una malteada

-esa era mi intención, que te gustara

-estaba delicioso, me encantó y sobre todo ese vaso antiadherente, pude disfrutar hasta la última gota, así deberían estar hechos los vasos de yogurt, que siempre se quedan con la mitad del contenido pegado a sus paredes

-decidido, te quedas con el vaso

-gracias

-tecnología Zafiro, tú sabes

-¡¡cuánta humildad!!!

-siempre. ¿Continuamos?

-cuando guste

Ya estaba completamente despierta así que nos observamos mutuamente, bueno yo contemplaba su rostro mientras ella veía mi composición atómica y molecular. Uf de esas cosas comunes que pasan al lado de Zafiro. 

Aunque por mi parte no duré mucho, puesto que caí en un profundo sueño a los pocos minutos. Un sueño sin sueños, en el silencio total de la consciencia. Solo vacío, un espacio vacío, sin tiempo, blanco en un principio pero fue llenándose de colores que se iban alternando uno tras otro, en un silencio absoluto y una paz total. Creo que de haber sido budista habría comparado ese estado con el Nirvana

En mi realidad alterna habría transcurrido un segundo y un siglo a la vez cuando la voz de Zafiro me llamó de vuelta y desperté

-Lisa

-Aquí estoy

-cómo te sientes

-como que he conocido a Dios

-tienes una curiosa manera de emplear la hipérbole

-no lo hago, es que sería lo único comparable al estado en el que he entrado, por primera vez experimento el silencio y la paz absoluta

-bueno, me alegra que la hayas pasado tan bien

-y dime, ¿pude serte útil en algo?

-totalmente, creo que la respuesta estaba en tu ADN, tienes una ligera mutación en tu sistema nervioso, por eso eres tan sensible, pero si logras desarrollar el autocontrol, podrás tener un mejor dominio de ti misma que el resto de los humanos. No te vendría nada mal un poco de entrenamiento, quizá tengas en cuenta la posibilidad de pasar algún tiempo en algún monasterio del Tíbet y aprendas a meditar, así despertarás tu potencial.

-así que soy una mutante… y me enviarás al Tíbet

-yo no te enviaré a ningún lado, solo es una sugerencia, por otra parte tu mutación es mi antídoto. Mira

Me mostró un diminuto tubo de ensayo lleno de un líquido plateado

-¿qué es?

-Esencia de Lisa

-no en serio, dime

-así lo he llamado. Es un gramo de la porción mutante de tu ADN

-bueno y cómo lo harás entrar en tu cuerpo si dices que es impenetrable y que incluso tu sistema digestivo no absorbe nada

-es verdad, pero trataré de forzarlo, haré que mi lengua lo asimile y mi torrente sanguíneo lo conduzca directamente a la zona problemática de mi cerebro y hacer que se fusione con ese pequeño grupo de células que conforman mi amígdala

-¿funcionará?

-no he hecho nada parecido antes, así que no lo sé

-bueno, nada pierdes con intentarlo

-oh sí, este gramo es muy valioso, no ha sido fácil extraerlo y no quiero arriesgarlo de cualquier manera

-¡El Sol!!

-¿qué pasa con el sol?

-que sus rayos te penetran y te alimentan, ¿no puedes hacer que esa sustancia se transforme en luz y así hacerla entrar en ti?

-wao, es una excelente idea, es posible, aunque algo complejo el proceso de transformar ésta sustancia en luz

-pero tú puedes así que manos a la obra

-aún no, ven, recuéstate de nuevo

-¿y eso?

-Voy a hacerte un regalo Lisa, en la hora que queda antes que se ponga el sol. Dime ¿hay algún aspecto visual de tu cuerpo que desearías cambiar?

Quedé un poco aturdida por la pregunta, tenía la mente en blanco y no procesé a tiempo sus palabras

-ah… como ¿a qué te refieres?

-como a si quieres el pelo de un color distinto, una nariz más larga, orejas puntiagudas… no lo sé algo que quieras modificar

-jajajajajaja nariz larga y orejas puntiagudas ¿me quieres convertir en una especie de bruja elfo?

-jajaja solo te estoy dando ideas, piénsalo, no sé, algo que quieras

-mmm… a ver, me la pones difícil eh, nunca me he sentido incómoda con nada

-oh eso es perfecto

-además acabas de sugerirme hace un momento que recibiera entrenamiento budista, ya sabes, desprendimiento de todo deseo y vanidad y esas cosas

-veo que estás enterada de los valores budistas, y me alegra saber que amas tu cuerpo, solo lo sugería porque limpiaré y fortaleceré tus células y eliminaré todo el lastre de enfermedades genéticas que heredaste de tus antepasados que podrían desarrollarse en tu vejez, y ya que haré una limpieza tan estructural pues pensé que podrías estar interesada además en algún cambio de apariencia, es solo eso

-bueno, a ver, dame un espejo y así tal vez pueda responderte 
mejor

-claro, aquí lo tienes

Con un gesto de su mano hizo aparecer frente a mí un pulido espejo de cuerpo entero, me tomé un buen momento para hacer un minucioso escaneo de mi cuerpo, juzgando la imagen del espejo tal como lo haría con uno de mis dibujos, entonces pude ver que se podrían hacer unos pequeños ajustes, con mis manos le fui indicando mientas le hablaba:

-bueno, tal vez me poblaría un poquito más las cejas, justo aquí, sí… y limpiaría estas pecas que me quedaron por el sol de la playa una vez… mmm tal vez reducir unos gramos de la grasa de mis pechos, para que se levanten , así, mira, no es mucho…ah también me pondría un poco más de trasero, no mucho, solo levantarme un poquito las nalgas, tú me entiendes, así… ya está… ah, y me aclararía el cabello, pero solo un tono y si puedes hacer que esté un poco más en armonía con el gris de mis ojos mejor, sí un toque de plata no quedaría nada mal... aunque cobrizo también me quedaría bien, auch… no lo sé, tú decide el tono que me quede mejor: castaño cobre o castaño plata ¿me explico?

-perfectamente, ¿algo más?

-bueno, si eliminas del todo el vello púbico te lo agradecería

-¿de veras? ¿Eliminarlo totalmente?

-sí, me ahorrarías mucho en afeitadores

-y qué te parece si lo dejo como el resto del vello de tu piel

-oh… no estaría nada mal

-tú eres lampiña, quedará tan invisible como los vellos del envés de tu brazo

-pero no tengo vellos ahí

-sí los tienes, pero son tan finos y pequeños que no los notas

-uf, entonces será perfecto

-muy bien, manos a la obra. Vuelve a acostarte

El espejo desapareció en el aire con un movimiento de su mano, tal como había aparecido. Me acomodé nuevamente sobre la camilla, no me cubrí con la sábana, ya hacía suficiente calor, de lo último que fui consciente fue la mano de Zafiro sobre mi frente y volví a entrar en ese estado de paz en el que estuve inmersa durante el día.

-Lisa

-dime

-ya puedes levantarte

-gracias

Me senté lentamente y me puse en pie, mi cuerpo se sentía tan liviano y lleno de vida

-me siento maravillosamente, gracias Zafiro

-para mí ha sido un verdadero placer, me alegra que lo disfrutes

-parece que se ha hecho tarde, ¿qué hora es?

-las seis y media de la tarde

-definitivamente tarde

Ella me miraba sonriente, la calidez de su mirada fue como un imán y la abracé expresando así la gratitud y ternura que suscitaba en mí, cerré los ojos y aprecié su aroma, al abrirlos de nuevo mis ojos enfocaron un brillo plateado a sus espaldas, entonces me separé un poco para preguntarle

-¿ahora te dedicarás a tu poción?- dije señalando el diminuto frasco sobre la plataforma cristalina del computador

Su rostro se iluminó, tomó el frasco encerrándolo en su puño izquierdo mientras me tomaba con su mano derecha para salir apresuradamente, la seguí corriendo sin preguntar hasta que llegamos a su habitación y fue directo al clóset para extenderme algo de ropa

-toma, ponte esto

La obedecí mientras ella también se vestía rápidamente, a pesar de las prisas había escogido muy bien, un par de vestidos de algodón, el suyo de un blanco perlado y el mío de una bella tonalidad turquesa, con sandalias y accesorios a juego. Parecía que iríamos a una velada en la playa, teniendo en cuenta que ya era de noche

-¿A dónde vamos?

-necesito un rayo de alta potencia y conozco el lugar perfecto

-¿sí, dónde?


-el delta del Catatumbo- dijo con una gran sonrisa

sábado, 24 de enero de 2015

Zafiro 21

Estaba en medio de una hermosa pradera, frente a mí se extendía un lago de aguas transparentes con árboles de todas las tonalidades de rojos y naranjas a la otra orilla, tenía tantas ganas de sumergirme en ese lago, pero la voz de Zafiro llamándome sonaba en la lejanía, como si viniera de las nubes, pero sentía su cálido aliento rozando mi oreja, me giré buscándola y entonces abrí los ojos.

-por fin te despiertas dormilona

-mmm?

Sentí un suave beso en medio de mis cejas, situación que aproveché para rodearla con mis brazos y atraerla a la comodidad de la cama, ella sólo sonrió

-no, vamos levántate que te quiero mostrar algo

Dijo revolviéndome el pelo y quitándome las cobijas, estaba decidida a hacerme levantar, miré la mesita de noche para saber la hora, y me extrañé

-¿las cinco y media?

-la hora perfecta, ¡Vamos!!

-¿a dónde?

-lo sabrás si te levantas, ya saca tu lindo trasero de la cama y ven conmigo

-mmm… primero iré al baño

-no te demores

Atendí mis necesidades corporales y luego me cepillé los dientes y me lavé la cara para terminar de despertarme mientras escuchaba a Zafiro al otro lado de la puerta diciéndome que me apurara y que me esperaba en el balcón. Salí directo al balcón, no tropecé porque ya tenía memorizado el camino, de lo contrario me habría llevado más de una cosa por delante debido a la oscuridad del apartamento, Zafiro no había encendido una sola luz, pero llegué sana y salva a mi balcón y la encontré allí, apoyada en la baranda, mirando la oscuridad de la madrugada,  las luces de la calle acentuaban aún más las frías tonalidades violetas de las montañas al horizonte.

Hacía frío. Ella me envolvió en su abrazo poniéndome un abrigo sobre los hombros

-gracias cariño, tú siempre piensas en todo

-te demoraste una eternidad en el baño, así que tuve tiempo de comprobar las condiciones climatológicas

-¿y qué es lo que me querías mostrar? espero que sea mejor que estar durmiendo bajo la calidez de las cobijas

-ya lo verás, ponte éstas

Y me presentó un estuche de lentillas, claro, los “lentes en el cuarto cajón” pero no imaginé que serían lentes de contacto, jamás había usado un par de ésos, así que me quedé mirando perpleja el estuche

-ya veo, ven yo te los pongo, después de todo mis dedos son más asépticos que el cuarto de cirugías más riguroso del planeta… sólo relájate, confía en mí

Decidí hacer lo que me pedía, ella vertió un par de gotas en cada lente y me los puso, parpadeé un par de veces mientras me acostumbraba a los objetos extraños, pero no sentí mayor molestia.

-¿cómo los sientes?

-la verdad es que ni se sienten, son demasiado cómodos

-están diseñados para desintegrarse naturalmente, la lubricación natural de tus ojos los eliminarán en 30 minutos, pero no te harán daño, sus componentes nutrirán tus células oculares en lugar de dañarlas, así que no te preocupes

-oh, qué interesante, eso es alta tecnología

-sí que lo es. Ahora querida, a lo que vinimos, que ya se ven 
las primeras luces del alba, mira al horizonte y no lo pierdas de vista

Me abrazó por la espalda y acomodó su mentón en mi hombro izquierdo de manera que nuestras cabezas se juntaron cómodamente. Me dediqué a escudriñar el horizonte y entonces capté la tenue luminosidad tras las montañas.

-¡oh por Dios!!

-¿puedes verlo?

-¿qué es eso tan hermoso?

-son las primeras ondas de luz, ¿cuántos colores ves?

-¿cómo me haces esa pregunta? es… imposible de describir

-aún no has visto nada, irán aumentando en intensidad durante los siguientes diez minutos, hasta que por fin podamos ver el sol

-nunca había visto esa tonalidad del violeta, y ese brillo junto a los naranjas, voy a tener un colapso neuronal tratando de clasificar ese color…. ¡Oh Dios! Distingo perfectamente la copa del árbol justo en la cima, nunca había visto con tanta nitidez

-sí cariño, también aumentan la capacidad de enfoque, pero solo concéntrate en la luz, no querrás perderte los colores que vienen justo allí

Y me señaló el foco de mayor luminosidad hasta el momento, a la par que depositaba un suave beso sobre mi cuello

-no me ayudas a concentrarme

Me giré lentamente para depositar un beso en sus labios pero quedé petrificada, mis nuevos ojos me permitieron ver su rostro como si fuera la primera vez, había estado ciega hasta entonces, quedé idiotizada detallando sus labios, sus ojos que hasta entonces creía de un azul profundo me mostraron una gama casi infinita de azules y algunos tonos del violeta, podía distinguir perfectamente cada línea de color en sus iris y perderme en el violeta intenso de sus pupilas, un violeta tan cercano al azul marino que parecía negro.

-¡tus ojos!

Y diciendo esto cerré la distancia para besar sus labios intensamente azules.

-me encantan tus besos, pero pronto saldrá el sol y no quiero que te lo pierdas

Tenía que reconocer la persistencia de Zafiro, si quería algo no permitía que nada la distrajera de su objetivo. Sonreí por su dulce insistencia y fijé mis ojos en la danza de colores en el cielo. Asombro, era lo que podía distinguir entre mis confusas emociones, que eran un revoltijo de alegría, maravilla, euforia, gratitud… estaba abrumada por la majestad de la naturaleza desplegada en un sencillo amanecer solo visto con nuevos ojos.

Podía jurar que el espectro de colores se había ampliado, pues además de los siete conocidos en el prisma había unos tres más que no pude clasificar y que no puedo describir por la simple razón de que no guardan parecido alguno con ningún otro color, estaba segura que eran primarios, puesto que no tenían relación con los demás, y a partir de ellos se formaba un nuevo abanico cromático. Solo sentí la calidez de Zafiro en mi espalda estrechando el abrazo, su barbilla descansando dulcemente en mi hombro derecho, si algún día llego a conocer el paraíso estoy segura que debe parecerse a éste momento.

Poco a poco el sol fue ascendiendo y el prisma de colores se hizo más nítido, no había necesidad de palabras, nuestro silencio era más que elocuente, se me hacía más difícil notar el nudo de emoción que se apoderaba de mi garganta al recordar aquella frase de su carta: “si logras descifrar el nuevo color del espectro solar entonces comprenderás lo que le has otorgado a mi vida con tu sola presencia.” Ella me amaba aunque aún no quisiera ponerle nombre a sus sentimientos, pero la certeza de su amor me iluminó con la misma potencia que la luz del sol que podía apreciar en tal magnitud gracias a mi visión mejorada por aquellos lentes, me giré lentamente para apoderarme de sus labios poniendo en aquel beso toda mi ternura.

Uní mi frente con la suya y cerré mis ojos para disfrutar de su calidez y la dulzura de su aliento

-Yo también te amo

-¿Eh?- me miró desconcertada

-lo he comprendido

Sonreí por su expresión, su cara era todo un poema al no saber de qué le hablaba

-en tu carta lo decías, y después de lo que acaban de ver mis ojos lo he comprendido-

Le insistí, a la vez que pude notar que mi visión regresaba a la normalidad. Entonces su rostro se iluminó al caer en la cuenta, sin embargo la cité textualmente para dar un mayor énfasis al momento:

-“si logras descifrar el nuevo color del espectro solar entonces comprenderás lo que le has otorgado a mi vida con tu sola presencia” Tú también has iluminado mi vida, y ya te lo he dicho pero quiero que tengas la certeza de que has entrado a mi corazón y yo no he puesto resistencia, te amo Zafiro

Esta vez ella inició el beso y lo culminó sonriendo sobre mis labios

-Te gusta ponerle nombre a las cosas, yo soy feliz solo experimentando la vida, es como si al conocerte hubiese vuelto a nacer

-¡Aw qué adorable! Creo que estamos sudando miel por estos lados

La abracé fuertemente y luego nos conducí de regreso a la habitación tirando de ella hacia la cama y derribándola en el acto

-ha sido el mejor amanecer que he podido apreciar en mi vida…pero en este momento solo te quiero aquí

Enfaticé mis palabras enredando mis piernas con las suyas y atrayéndola aún más hacia mi pecho, ella sonreía juguetona. 

Parecíamos un par de niñas jugando entre las sábanas, guerra de almohadas, cosquillas y todo lo que viniera a nuestra imaginación, hasta que terminamos bajo la ducha riéndonos de cualquier cosa, podríamos haber seguido así todo el día, pero por fortuna el sentido de responsabilidad de Zafiro es enorme; una vez desayunadas nos sentamos en la sala a organizar nuestro itinerario en las siguientes tres semanas, para poder atender a los compromisos más urgentes: la boda de Santi y mis parciales que ya se avecinaban.

Pasamos el resto de día, ella entre llamadas y conferencias virtuales con los chef, las floristerías y los salones de eventos, yo redactando ensayos y poniéndome al día con las cosas de la U, eran las 8pm cuando ella me invitó a “respirar un poco de aire fresco”, me sorprendió que decidiera caminar, sabiendo su reticencia a dejarse ver y espantar a la gente llamando su atención, pero por otra parte estaba muy feliz, pues esto demostraba que ella también iba rompiendo sus propios miedos y dejara de importarle tanto su “pequeño” problema y se permitiera relajarse un poco.

Tomadas de la mano bajamos disfrutando de la frescura de la noche, fuimos por la avenida La Playa hasta Girardot y nos detuvimos frente a un parqueadero, se me hizo muy corto el camino ya que la conversación era agradable y yo simplemente disfrutaba de ese paseo nocturno de la mano de mi novia, como cualquier otra pareja, pero la miré un poco confundida porque nos deteníamos allí ¿cenaríamos algo en los restaurantes cercanos? No es como si ella fuera fan de tantos fritos y comida poco saludable, no lo entendía

-¿qué pasa? ¿quieres que entremos a un restaurante de estos?

Me miró sorprendida -¿tú quieres?

-¡No! Jajajajaja después de probar tu comida me has refinado el paladar

-me alegra escucharlo, porque pensaba prepararte la cena

-Esa es una buena noticia, ¿entonces nos devolvemos a casa?

-no, vamos a la mía, ven conmigo

Entramos al parqueadero y lo entendí, ella venía por Skadi, no sé qué me imaginaba pero nunca pensé que lo dejara en un parqueadero común y corriente a $2.000 la hora… en fin, la seguí y subí con ella a la pequeña nave, ella pagó su ticket y salimos rumbo a su mansión donde llegamos a los pocos minutos, aunque ella alegó que había reducido su velocidad, sí claro, y hacer ese trayecto en 5 minutos era ir demasiado lento.

Fuimos directo a la cocina, bueno, ella fue a la cocina, porque insistió en que me quedara en el comedor mientras preparaba la cena, me dejó un estuche y me pidió que escogiera la música. Había de todo, pero mi intuición me decía que tendríamos una conversación profunda durante la cena, así que me decanté por un cd de música celta, aunque ella fuera de origen nórdico creo que le gustaría este tipo de música. Los suaves acordes empezaron a inundar el comedor cas al tiempo que entraba Zafiro con la cena preparada

-interesante elección

-pensé que te gustaría

-es perfecta, justo te preparé un plato irlandés

-oh waoo, gracias

-bueno realmente es un plato muy antiguo, me la ofrecieron una noche una familia de pescadores irlandeses del siglo III A.C. Espero que lo disfrutes

-oh vaya, eso es una verdadera antigüedad

-bueno, realmente es una receta muy sencilla, pero deliciosa y nutritiva

-¿cómo se llama?

-estofado de ostra- dijo mientras destapaba un humeante plato frente a mí

-cuéntame eso de que cenaste con unos pescadores, ¿cómo pasó?

-bueno, fue una noche de tormenta, había pasado el día en el océano conociendo las especies submarinas de la zona, al atardecer decidí salir a la superficie y descansar un poco en la costa disfrutando la ultima hora de luz, pero entonces se desató la tormenta, me quedé allí sentada sobre las rocas contemplando el espectáculo. Naturalmente atraje los rayos que cayeron uno tras otro sobre mí durante casi media hora, -sonrió- fue una jugosa tormenta, hermosa y energizante. Pero no había tenido suficiente cuidado, embelesada como estaba contemplando el espectáculo, no me di cuenta de estar tan cerca de una pequeña cabaña habitada. La madre me observó y tras ella toda la pequeña familia, y al ver que los rayos no me dañaban llegaron a la conclusión de que era una divinidad, decidieron hacerme una ofrenda, y como no tenían nada me ofrecieron su comida, cuando la lluvia cesó me enviaron un plato con la hija mayor, de unos doce años, era una sopa de papa con especias y ostras frescas. La pequeña temblaba al salir de casa, así que le dije que me lo dejara sobre una roca que estaba a mitad del camino, lo suficiente para que no se acercara mucho a mí, obviamente tomé esa cena a pesar de no querer ingerir nada, pero esa familia se había quedado sin comer por mi causa, así que por respeto acepté su ofrenda e hice crecer un manzano en el lugar de aquella roca, para dejarles un recuerdo que los alimentara de vez en cuando

-waao ¿hiciste crecer un manzano de la nada?

-bueno, todo es energía, la materia está compuesta por átomos, si conoces la composición exacta de cada partícula puedes manipular la materia, no lo hice crecer de la nada, tenía una enorme cantidad de protones, electrones y neutrones justo allí, a mi disposición, solo los reagrupé para que formaran un cuerpo de materia distinto a la roca

Mientras lo decía había transformado una de las elegantes servilletas de papel en una bellísima rosa roja en miniatura, incluso tenía unas cuantas gotitas de agua sobre sus pétalos, la recibí asombrada

-eres tan sobrenatural

-solo quiero ser natural, quiero tener más paseos contigo como el de esta noche, caminar entre la multitud sin alterar su comportamiento, poder abrazarlos a todos como una humana más

-me pregunto si lograr esa normalidad te hará perder todos tus poderes

-he convivido con estas rarezas por muchos siglos, no nací con ello y me vendría bien recuperar mi humanidad

-me gusta como eres ahora

-¿estás diciendo que si no fuera un fenómeno no me querrías?

-no eres un fenómeno, y no he dicho eso, lo que dije es que te acepto y te amo tal como eres, y creo que eres maravillosa. Me alegraría que todos pudieran conocerte, pero a la vez me espanta, porque querrán estudiarte minuciosamente, no te dejarán en paz, el ser humano tiene una curiosidad cruel y es capaz de destruir maravillas con tal de “dominarlas” medio mundo te amaría y el otro medio mundo querrá destruirte porque te considerarán una amenaza

-bueno, lo que menos quiero es un espectáculo, solo ser una más… una más en la humanidad, ¿es mucho pedir?

-no, así como lo dices me haces sentir afortunada, porque yo soy precisamente eso, una más, un insignificante punto en la multitud

Me miró a los ojos y me brindó su sonrisa más sincera, inevitablemente sonreí también, tomó mi mano mientras me decía

-quédate conmigo, mañana averiguaremos si puedes curarme

-no estás enferma

-Sabes a qué me refiero

- bueno, vale, pero no lo digas así

-¿entonces cómo lo digo?

-no lo sé, pero no estás enferma, no lo mires de esa forma, colaboraré contigo en todo lo que pueda ¿me sacarás sangre? ¿qué vas a hacerme?

-no necesito sacarte sangre, solo estudiaré minuciosamente la composición de tu amígdala y tu adrenalina, puede que allí esté la respuesta, luego trataré de replicarla y veré si mi cuerpo lo recibe como suero inyectado, aunque esa es la parte que no he conseguido resolver, puesto que mi piel es impenetrable, no he logrado fabricar una aguja que lo logre

-¿y si solo lo bebes?

-no sé si será igual de efectivo que si entrara directamente a mi torrente sanguíneo

-no lo sé, tal vez un médico científico podría ayudarte, solo soy una pobre dibujante, no sé cómo ayudarte

-estás aquí, es más que suficiente, las respuestas que busco están en tu cuerpo, así que no digas que eres insignificante

-no sé es que todo lo que dices parece tan complejo para mí, quisiera brindarte mayor ayuda

-no te preocupes, lo complejo déjamelo a mí, creo que será aburrido para ti, puesto que solo estarás acostada en una cama bajo mi atenta mirada y a disposición de mis manos

-eso es demasiado tentador- le dije con una gran sonrisa dejando mi plato vacío y acercándome a ella para sentarme a horcajadas sobre sus piernas- ¿empezamos ya doctora?