sábado, 1 de febrero de 2014

Adéle


Acabo de llegar de ver esta maravillosa realización cinematográfica, no quiero hacer una exhaustiva crítica, solo quiero dejar evidencia de lo mucho que me tocó este film. 
Me fascinó sobre todo la simplicidad y realismo con que está elaborada cada escena, esa capacidad de mostrar lo cotidiano, lo simple que es tan trascendente, la alegría, el placer y el dolor. He salido de la sala con una extraña sensación de júbilo pero a al vez de pena, pues es tan fácil identificarse con Adéle, su amor y su dolor.
La sentí tan mía, personal, íntima. 
De mi parte le daría el mayor galardón que pueda darse.
La fotografía, las escenas, la magistral interpretación de los personajes, todo está tan armoniosamente conjugado para darnos una de esas películas que una vez vistas se quedan grabadas no solo en tu memoria sino en el alma, porque de alguna manera cuentan un pedacito de ti, un trozo de cotidianidad, de vida.
Salud!!!
Solo me queda decir que quedé con sed, necesito encontrar el libro.

(seguro no habré escrito más que bobadas, pero eso pasa por dejarme tocar por un film)
(me enamoré de las actrices, ¿verdad que son hermosas?)