sábado, 10 de septiembre de 2016

Absurdo

De esas cosas que un día lento, más la suma de pequeñas circunstancias van desencadenando un estado emotivo poco alentador... un taco a la altura del pecho que va incomodando un poco al respirar, o esa compresión en la caja torácica cada que la emoción sale a flote cuando piensas en una persona específicamente.

Y sí, hay que mirar todos y cada uno de los síntomas, sensaciones, pensamientos, emociones, sentimientos, estados de ánimo... mirarlos con lupa, con agudo ojo crítico, tomar distancia y examinarse como lo haría un médico con su paciente, sí, tal cual... 

Es el método que he encontrado para hacer frente a estados emocionales que me abruman y que no deberían estar allí, puesto que el pensamiento, el sentido común, la lógica, la ética, el pensamiento racional ya ha llegado a una claridad y lucidez de argumentos irrefutables a cerca de la persona en cuestión... 

Sin embargo, inexplicablemente, el lado emotivo no evoluciona con la misma rapidez o madurez, o al menos con la sincronía esperada respecto al pensamiento, es entonces cuando surje lo absurdo:
Un estancamiento emocional por algo que ya la razón aceptó desde el principio... una resistencia y rebeldía sin fundamento, ni causa, ni sentido... como si quisiera regodearse en la tristeza, la nostalgia y lo más absurdo: la "pérdida" de lo que jamás siquiera tuvo la mínima posibilidad de tenerse.

Que nadie ose mirar siquiera el sagrado recinto de mi soledad.

domingo, 3 de julio de 2016

Etérea

Etérea como la bruma,
como la tenue claridad de la aurora
inasible como el aire, 
como el rocío al amanecer,
distante cual lucero,
fría como la noche, 
y sin embargo, acogedora.
Me atraes sin remedio,
pero te alejas sin dudar.
Vas y vienes inocente,
ignorando cuanto siembras en mi ser,
pues tu labor es silenciosa y delicada
oculta a tus ojos, pero evidente para mí


Te me has vuelto aire, luz y suelo
agua vital y voraz fuego;
no lo sabes, pero eres mi sustento
eres paz, sosiego, calor, consuelo,
la más dulce compañía,
el mayor de mis anhelos
y por ello mismo, la mayor de mis renuncias.

¡Vuela libre, Tú, mi más querida!
vuela alto y devora el horizonte.
Que tu luz incendie estrellas, galaxias enteras.
Que vivas feliz, y al final...
y al final me recuerdes.


lunes, 9 de mayo de 2016

Me quiero enmorar

Quiero enamorarme,
quiero tener un buen amor,
con quien pueda soñar despierta,
que me otorgue siempre el obsequio de su ternura
y que reciba la mía sin reparos...
Quiero tener un buen amor,
uno que sea de dos,
gratuito y generoso
un amor que me llene de gratitud el corazón.

sábado, 12 de marzo de 2016

Imagina

Quiero proponerte que imagines
imagina el color de mis ojos,
la temperatura de mis manos,
la cadencia de mis pasos,
la curvatura de mi sonrisa.
Imagina...

Yo desde este lado imagino

imagino tu cabello,
el perfume de tu piel,
la textura de tus labios,
la profundidad de tu mirada.
Imagino...

Imaginamos tú y yo

el azar de un encuentro,
un cruce de palabras,
la elocuencia de un abrazo;
imaginamos en silencio
mientras el viento desgrana los segundos
y la noche avanza sin parar.

Y yo imagino...

imagino que imaginas
que de alguna improbable forma
tu mente y la mía se encuentran
en el espacio etéreo de las ideas...

Imagino que tu silencio y el mío dialogan

mientras aguardamos el momento preciso
en que nuestros cuerpos se encuentren

La amo...

Tiene el cabello como el trigo, como la miel; su cuerpo es una espiga esbelta que ofrece sus granos altivos al sol,  su espíritu es como el sol a medio día en medio del intenso azul, tiene la majestad de un atardecer, sus ojos, miel oscura, su mirada es calma, fortaleza, consuelo, gozo y candor, pero también fuego.

Ante mí se eleva como leona, sublime, bella, dueña de sí y de su mundo. Sí, es soberana, tiene esa aura de quienes han nacido bendecidos por las estrellas y su destino es sentarse en la cima del mundo.

Ella sonríe y mi corazón salta; habla, y su voz es música, sus palabras están cargadas de vida, su sabiduría regocija mi alma, su abrazo es para mí la paz y el gozo fundidos en perfecta armonía, su nombre es grandeza en sí mismo, abarca reyes, dinastías, imperios.

Oh sí, la amo, mujer hermosa, la amo como se ama lo sagrado, con admiración infinita, gratitud profunda y en serena paz; la amo con ese gozo contenido que siento arremolinarse en mi pecho cada vez que su presencia me llena el pensamiento, la amo con la alegría de quien ama el amanecer, como se aman las estrellas en una noche clara, o el olor de la tierra recién bañada por la lluvia, es usted una bendición en el mundo, mujer hermosa, que su luz tenga su puesto entre las estrellas que no conocen del tiempo, pues su esencia es la eternidad.