lunes, 26 de enero de 2015

Zafiro 23

Quedé un poco sorprendida, por supuesto que había escuchado sobre los rayos del Catatumbo, pero verlos en persona sería tan emocionante, estaba tratando de asimilar la información, muy seguramente con mi cara de idiota, cuando Zafiro me tomó de una mano y me hizo dar una graciosa vuelta sobre mí misma

-¿y bien, te gustan los cambios?

-¿cambios?

No tenía la menor idea de qué estaba hablando, ¿acaso no íbamos rumbo al Catatumbo? O dijo algo más y no la escuché, ¿de qué me perdí?

-jajajajajaja tu cara es un poema, mírate, ¿o pensaste que saldríamos de aquí sin dejar que te vieras al espejo?

-ah…

No había notado que estaba frente al enorme espejo de su baño, ella estaba justo detrás, con sus manos en mi cintura, mirándome por el espejo sobre mi hombro derecho, le sonreí y me fijé en mi propio reflejo.

Por un momento quedé sin palabras, siempre me había gustado lo que veía en el espejo, pero ahora parecía que veía el reflejo de mí misma a los 20 años, los cambios eran muy sutiles y eso me encantaba, era yo misma, pero más joven, lo único notable era el cabello, su color castaño se había aclarado unos dos tonos y había adquirido un toque rojizo que le daba más armonía a mi rostro, y mis cejas ahora lucían perfectas, agradablemente más pobladas y mejor delineadas, mis ojos habían ganado con ese pequeño cambio.

Mi sonrisa se ensanchó, levanté los brazos eufórica y di una vuelta para quedar frente a Zafiro y agradecerle apropiadamente. Mi beso la sorprendió por un instante pero en seguida me respondió, fue un beso cargado de alegría, juntas lo terminamos con una gran sonrisa

-eres maravillosa, gracias de corazón, por todo

-gracias a ti, me has dado esperanza, y sabes… me gustas mucho, pero los cambios que sugeriste realmente se sientan de maravilla

-cambios que tú hiciste- enfaticé- me veo tan joven

-eso es porque rejuvenecí la edad biológica de tu cuerpo

-¿cómo?

-sí, rejuvenecí todas tus células, ahora tienes el cuerpo de unos 19-20 años aproximadamente

-waaao, me has quitado literalmente 10 años de encima…¡¡¡y me encanta!!!!

-me alegra que te hayan gustado los cambios

-no me gustan, me fascinan… ahora sí ¿nos vamos?

-Vamos

Subimos a Skadi y ésta salió disparada hacia el cielo con ese estallido bajo que ya conocía, al instante ya habíamos descendido sobre el mar, era intimidante, el negro reinaba solemnemente, sabía que estábamos sobre el agua por los suaves destellos plateados que la luz de la luna reflejaba sobre su ondulada superficie. Pero apenas si pude apreciar el negro paisaje, al siguiente segundo ya teníamos justo enfrente la imponente luz violeta de una descarga eléctrica.

Zafiro redujo notablemente la velocidad, como si navegáramos tranquilamente sobre el río. Habíamos remontado el Catatumbo desde su desembocadura en el lago Maracaibo y ahora nos acercábamos a una de sus orillas. Nos detuvimos en tierra, en una zona rocosa por lo que pude apreciar con el destello del siguiente relámpago, justo detrás de una enorme piedra un poco más grande que Skadi

-Por favor quédate dentro, no es seguro para ti que salgas, podrás verlo todo desde aquí pero te suplico que no salgas por ningún motivo

-no pensaba salir, aquí la inmortal eres tú

-Skadi es muy segura, estarás bien

-lo sé, ve tranquila, te espero aquí

El dispositivo de seguridad nos liberó y ella se giró hacia mí, correspondí su gesto, por primera vez vi en Zafiro un atisbo de nerviosismo, estaba ante lo que sería un evento muy importante en su vida si lo que iba a realizar tenía éxito. Inspiré profundo y me acerqué a ella lo que más me permitía aquella postura, uní mi frente a la suya y tomé su rostro entre mis manos.

-todo estará bien

Susurré junto a sus labios una y otra vez tratando de transmitirle todo mi apoyo

-todo estará bien, confía

La sentí inspirar profundamente, depositó un ligero beso sobre mis labios y salió, una vez fuera se despojó de sus ropas, las dejó sobre su silla y cerró la puerta activando a la vez el sistema de seguridad que me sujetó a mi propia silla. Se quedó un momento en pie junto al auto y luego la vi caminar lentamente hasta subir a lo más alto de la piedra junto a la que nos habíamos detenido. Se quedó en pie, como una majestuosa estatua de hielo, sostenía entre sus manos el frasco con el extracto de mi ADN, lo sabía porque la había visto tomarlo entre sus dedos, pero a ojos de cualquier otro observador incauto parecería que ella estaba orando, su semblante reflejaba la concentración pura.

Sentí el cambio en la atmósfera, las nubes brillaron con las luces azul violeta de varios relámpagos, la carga eléctrica se notaba en el aire. El primer rayo cayó potente sobre Zafiro, una hermosa descarga de luz de tonos violeta, ella lo esperaba con los brazos abiertos y el rostro dirigido al cielo, su cuerpo entero se transformó en luz por un brevísimo instante, elevándose casi un metro sobre la roca. Dos esferas de luz se formaron en torno a sus manos, las fue acercando frente a su pecho y las dos esferas fueron una, ésta levitó lentamente hasta estar justo sobre su frente, y, en ese momento una descarga más potente que la anterior cayó sobre ella, y luego otra más, y otra más y otra más.

Los rayos descendían sobre la roca, pues ya me era imposible distinguir su figura entre tanta luz, sin contar que el sonido era ensordecedor. Mi corazón se encogió, ¿y si no había resultado?, ¿y si en lugar de hacerle bien le había hecho daño?, ¿y si se había vuelto vulnerable?, sentí crecer el pánico en mi pecho, no podía perderla así.

-¡¡¡ZAFIRO!!!

El grito se escapó de mi garganta, quería salir corriendo y abrazarla, saber que todo estaba bien, que ella estaba bien, pero por más que luché no pude liberarme de mi asiento y las lágrimas inundaron mis ojos nublando mi visión, solo distinguía los flashes de luz que me indicaban que la lluvia de rayos seguía cayendo implacable sobre aquella roca donde estaba la mujer que amaba. Sí, ella tenía que estar ahí, no soportaba el pensamiento de que algo le hiciera daño y un momento de duda había bastado para hacerme ver que era posible su pérdida.

Su nombre salió de mis labios como un grito, como una súplica, como una necesidad, las lágrimas eran ya un torrente, no soportaba más la incertidumbre y los flashes de luz no se interrumpían. Ya no pude pronunciar más palabras, solo sollozaba impotente mirando aquella danza de luz que se me hizo macabra.

Cuando creía colapsar un eco de sus palabras vino a mi mente, “si logras desarrollar el autocontrol, podrás tener un mejor dominio de ti misma que el resto de los humanos” necesitaba serenarme. Respiré profundamente una y otra vez hasta que las lágrimas cesaron “medita” Cerré mis ojos y me centré en el propio latido de mi corazón hasta que su ritmo dejó de ser un frenesí alocado para convertirse en una suave danza de pulsaciones más serena cada vez. Cuando la paz volvió a mí abrí los ojos.

Parecía que una estrella se había posado sobre la roca y extendía ramas de luz hacia las nubes, aunque bien sabía que el proceso era a la inversa y eran las nubes quienes alimentaban aquella esfera luminosa, tuve que protegerme del resplandor con una mano, pues se había hecho demasiado intenso como para mirarlo fijamente.

Después de lo que me pareció una eternidad la luz disminuyó a medida que los rayos fueron haciéndose más escasos, luego todo quedó en silencio y no hubo más descargas, solo una figura luminosa en pie sobre la roca, quien la viera diría que era una aparición divina, un ángel, una diosa, imponente, hermosa, majestuosa, hecha solo de luz.

Lentamente descendió y se ubicó junto a mi puerta que se abrió y al instante la silla me liberó de su prisión, quedé en pié frente a ella, muda ante la majestuosidad de su aspecto, Dios tendrá que verse de manera parecida, pues todo lo que me ordenaba mi instinto era inclinarme a sus pies y adorarla, sin embargo sus manos cálidas tomaron las mías mucho antes que mi cuerpo hiciera movimiento alguno. Me es imposible describir con palabras lo que estaban viendo mis ojos.

Su mano derecha se posó bajo mi mentón y me hizo alzar el rostro para encontrarme con su mirada, ella sonreía dulcemente, yo sonreí y quebré la barrera de mi propia estupefacción, en un impulso la abracé estrechamente

-¡estás aquí!

-aquí estoy

-por un momento creí que te había perdido

-lo sé, te escuché

-estás aquí, no vuelvas a hacerme algo así, no puedo soportarlo

-tranquila, al parecer sigo siendo indestructible

-¿funcionó?

-pues por el momento tu ADN se ha mezclado con el de las células de mi amígdala cerebral y éstas no lo han rechazado, así que esa parte funcionó, habrá que comprobar si ha logrado derribar la barrera de terror

La abracé por un momento más hasta que ella suavemente se separó de mí

-vamos antes que vengan de nuevo sobre mí, los atraigo irremediablemente, soy para ellos como un imán

Me hizo entrar de nuevo en el auto, se vistió y se sentó en su lugar y salimos de allí

-creí que nos quedaríamos aquí eternamente

-solo fue una hora

-oh, no lo creo, fue demasiado tiempo

-no, comprueba el reloj

-¿qué reloj?

Me entregó mi celular. ¿pero cómo…? Lo miré y efectivamente eran las 8 de la noche, solo había pasado una hora desde que salimos de su casa

-¿cómo es que llegó mi celular aquí?

-creí que lo necesitarías

Suspiré resignada, ¿en qué momento había pensado en ese bendito aparato?, pero así es ella, siempre sorprendiéndome.

-¿Cuánto tiempo durarás así, ya sabes- la señalé completa- con toda esa luz?

-ah, ya pasará en una media hora

-tienes el aspecto de una divinidad

-todos los que me han visto luego de un banquete de éstos piensan lo mismo

-no puedo imaginar por qué será, no es como si estuvieras brillando con luz propia

Soltó una sonora carcajada ante mi sarcasmo

-jajajaja claro, no sé por qué, tal vez en la mente colectiva un dios está hecho de luz y al verme así inmediatamente la imagen visual concuerda perfectamente con la imagen mental y… ¡taraaan! Aquí hay un dios frente a mí

-¿y a dónde nos dirigimos tan lentamente?

-¿voy muy lento?

-si llegamos aquí desde Medellín en menos de un minuto y ahora que vamos tan tranquilamente por el lago Maracaibo no dejo de sentir curiosidad

-pues estoy haciendo tiempo hasta dejar de ser un ente luminoso, estaremos llegando a Bombay en aproximadamente 45 minutos

-¿Bombay?

-para entonces allí serán casi las 7 de la mañana y sus calles estarán tan abarrotadas que tendremos que avanzar a empujones… el sitio perfecto para saber si por fin dejé de causar terror a la raza humana

-¿y si no?

-habrá una estampida

-suena peligroso

-así es, pero seremos cuidadosas, no te preocupes, mientras tanto, ¿prefieres hacer el viaje por mar o por aire?

-nunca he navegado, pero preferiría hacerlo de día, el mar de noche es intimidante

-oh, no lo es, es hermoso, solo que no lo has apreciado bien, por eso le temes… entonces, por mar será

Skadi se deslizaba suavemente sobre las olas, hacía ya unos minutos que habíamos dejado atrás las costas venezolanas y nos adentrábamos en el océano atlántico, me mostró en un holograma del globo terráqueo la ruta que estábamos tomando, formando una S desde el lago de Maracaibo hasta las costas de la India. En ese momento íbamos en medio del océano frente a Brasil y Nueva Guinea rumbo hacia el sur

-en unos 10 minutos estaremos cerca del polo sur, ¿quieres dar un vistazo?

-me encantaría, pero creo que no vengo vestida apropiadamente para esas temperaturas

-pero no he hablado de caminatas, solo si quieres ver desde aquí

-Entonces supongo que sí, no quiero congelarme

-bien, entraremos solo un momento y luego seguiremos

Efectivamente diez minutos después nos adentrábamos por la hermosa blancura del polo sur, por primera vez en mi vida podía ver la nieve y eso me emocionó profundamente, no me importó el frío, le pedí que se detuviera y nos bajamos unos minutos, el cambio de temperatura fue brutal, pero estaba feliz de poder tocar la nieve con mis manos y caminar un poco por aquel valle plateado, Zafiro se mantuvo junto a mí transmitiéndome su calor evitando así que el frío austral me hiciera daño.

En medio de aquella blancura Zafiro parecía brillar aún más, pero demasiado pronto para mi gusto, mis pies no resistieron tanto frío y tuvimos que volver dentro de Skadi y reanudar nuestro camino, poco a poco fui notando que el resplandor de su piel se iba atenuando así como nos acercábamos progresivamente al amanecer, cuando vimos las primeras luces de la aurora íbamos ya frente a las costas de Somalia, pocos minutos después teníamos a Bombay frente a nosotras, para entonces Zafiro había vuelto a la normalidad con su hermosa piel azul frente al sol de la mañana que la hacía parecer de hielo pulido. Suspiró audiblemente.

-llegó la hora de la verdad

-¿nerviosa?

-yo diría que expectante, entraremos por uno de los puertos más alejados, y si todo va bien iremos al centro de la cuidad


Avanzamos lentamente hasta que se detuvo en el puerto que había señalado, nos miramos y permanecimos en silencio un instante, quitó la seguridad de las sillas y me sonrió, no necesitamos palabras, la resolución estaba ya en sus ojos, y las puertas se abrieron.

1 comentario:

  1. Y uno más!!!
    Estoy feliz de haber escrito tan rápidamente estos tres capítulos, definitivamente han sido unos días muy provechosos. Aquí les dejo el capítulo 23
    ¿Qué dicen? ¿cómo ven la situación? ¿se habrá curado Zafiro?... hagan sus apuestas... dejen sus comentarios porfis, porfis, porfis!!! :D
    ¡¡Saludos y un fuerte abrazo!!!
    ¡¡Hasta la próxima actualización!!!

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