lunes, 14 de julio de 2014

Zafiro 19

Pasaron horas en las que me olvidé del mundo, trazo a trazo daba forma a una vorágine de imágenes, un pliego tras otro; perdí la noción del tiempo, llegó el amanecer y yo seguía absorta en mi trabajo, el sol invadió con fuerza todo el espacio interior, toda esa luz nueva solo acrecentó mi excitación, por fortuna encontré detrás de la pequeña biblioteca un bastidor de proporciones suficientes, solo unos centímetros más alto que yo, el ancho era justo lo que abarcan mis brazos abiertos, rebusqué en los cajones y me deleité con las pinturas encontradas, me decidí por los acrílicos. Tomé la paleta y los pinceles y me sumergí en la magia del color.

Con trazos largos y un poco toscos, fui plasmando en el lienzo la danza de colores que la luz del sol dejó en evidencia frente a mis ojos, mi sala de estar a esa hora de la mañana me abrió la puerta a un sueño vívido del que tenía que dejar constancia.

Sin embargo el sol continuaba su carrera compitiendo contra mí, apremiándome antes de dar paso a nuevos ángulos de luz, diferentes sombras, nuevas tonalidades, el sudor corría por mi espalda desnuda mientras yo luchaba frenética con el pincel para ganarle la carrera al sol.

Cuando al fin terminé ya el reloj marcaba las 10 de la mañana y transpiraba por cada poro de mi piel, sumergí los pinceles en agua, me dirigí nuevamente a la ducha suspirando agradecida por la caricia del agua fresca, mi mente en blanco solo percibía sensaciones, el líquido cubriendo mi piel, mis músculos relajándose, mi respiración saboreando cada partícula del aire.

Al salir, un leve mareo me notificó de la fatiga causada por la falta de sueño, me limité a tomar un vaso de agua y caí rendida sobre la cama, sin molestarme siquiera en quitar el cubrelecho. Había suficiente oscuridad en la habitación como para permitirme un buen descanso.


Abrí los ojos un poco confusa, ¿qué hora es?... ¿dónde estoy?... ¿qué día es?... Di vueltas en la cama sin querer levantarme aún, en mi todavía dormido cerebro estaba convencida de que eran por lo menos las 5 de la mañana debido a la oscuridad de mi habitación, revolví las sábanas y retiré las almohadas, entonces mi mano tocó un pedazo de papel cuidadosamente doblado, noté que era un sobre de tamaño mediano, la curiosidad se impuso, así que lo tomé y me dirigí a la sala, por un breve segundo me extrañó la pintura que encontré en medio, pero entonces recordé todo y alarmada miré el reloj: las 4 de la tarde.

¡Mierda, mierda, mierda!!! No fui a clase y llegaré tarde al bar…. ¡Qué carajos!, siempre hay una primera vez para todo, primero lo primero, me senté en el sofá y abrí el sobre:

“Cariño

Te busqué tratando de solucionar un problema de mi fisiología, pero lo que he encontrado en ti supera con creces todo lo que pude anhelar. Por siglos enteros me acostumbré a que me llamaran diosa y monstruo, el aislamiento, la soledad y todo lo que conlleva mi naturaleza me han hecho encontrar en el conocimiento un refugio, una fortaleza que me ha mantenido firme a través del tiempo.

Pero carecía de una experiencia, de un conocimiento más sublime que aportara a mis ojos una luz nueva para contemplar el universo. Esa faceta del amor oculta para mí hasta ahora, no el amor filial con el que crecí, no la compasión, tan natural en mi ser desde la más tierna infancia, no la caridad que me ha hecho sentirme una con todos los seres, sino esta mezcla extraña de emociones que estremece mis entrañas y que me otorga la sensación de plenitud al mirar tus ojos.

Todo esto me desborda, pues contigo es como si por primera vez viera brillar el sol. No, no es la metáfora adecuada, tal vez si pudieras experimentar lo que yo siento en mi piel al recibir la luz solar podrías tener un punto de comparación, pues es como si pudiera al fin saborear cada fotón que penetra mis células. A tal punto has despertado mi sensibilidad.

Por eso contigo he perdido la mesura, y crees que he derrochado al ofrecerte unas pocas cosas, pero no es así, discúlpame por lo de tu apartamento, pero lo volvería a hacer, sé que es una forma muy materialista de expresar una realidad mucho más profunda, pero por el momento no encontré otra manera más sublime de hacerlo. Sé que tú lo entiendes, solo te pido, por favor no te mortifiques por mis locuras, soy feliz sorprendiéndote, así que vete acostumbrando.

Quiero que hagas parte de mi mundo, que te sientas cómoda a mi lado, y eso incluye las cosas. Te he mostrado muy poco, pero ya me encargaré de que puedas conocerme y que me permitas conocerte, que nuestra confianza mutua se fortalezca, pues te daré acceso a todos mis secretos y desde ya te advierto que algunos de ellos son delicados.

Enfrentarás riesgos que no has conocido, por eso necesito que confíes en mí y me permitas protegerte, soy perfectamente consciente de que puedes cuidar de ti misma, pero hay fuerzas a las que eres completamente vulnerable y de las que yo puedo mantenerte a salvo. Me entenderás más tarde. No entres en pánico, no es ésa mi intención, ya tendremos tiempo de hablar sobre estos temas.

Por ahora, tratemos un asunto más importante: he dejado en tu armario, en el cuarto cajón a la derecha unos lentes, póntelos y sal a las 5:30am a tu balcón y mira la salida del sol atentamente, si logras descifrar el nuevo color del espectro solar entonces comprenderás lo que le has otorgado a mi vida con tu sola presencia.

Tuya:
Zafiro.

PD: revisa la nevera”

Sonreí, pasé mis dedos sobre el papel acariciando la pulida caligrafía ¿qué podía argumentar? Mi corazón bailaba el mapalé celebrando la tácita declaración de amor escondida en sus palabras, y mi mente se enfrentaba de nuevo al tema de discusión en el desayuno ¿cómo que solo unas pocas cosas? Por Dios ¡remodeló mi apartamento entero!! ¿y que me vaya acostumbrando? Por lo visto ésta es una batalla sin sentido; pero ese enigmático párrafo sobre la confianza me dejó picada por la curiosidad ¿de qué me quiere proteger? ¿quiere decir que me seguirá vigilando desde lejos?, miré alrededor y hablé en voz alta, por si estaba escuchando, aunque sin evitar la sonrisa que ya tenía en mi rostro

-Zafiro, más te vale que mires a otro lado en este momento, si no sabes a dónde pues cuenta las hormigas que caminan sobre Plutón, yo no sé lo que estás haciendo en éste momento, y prefiero imaginarlo a tener una cámara escondida siguiéndote a todas partes… Así que deja de mirarme ¡No hagas trampa!

No sé si estará realmente prestando atención, pero la advertencia no está mal por si acaso, y ¿qué es eso tan delicado que me quiere mostrar? ¿en qué tipo de negocios está involucrada? ¿hay un par de lentes en el cuarto cajón del armario? ¿y qué hay en la nevera?

Ésta última inquietud me hizo abandonar la comodidad del sofá para ir al mencionado electrodoméstico e inspeccionar su contenido. Bueno, tal como lo dijo, tendría que irme acostumbrando, pero no por ello mi mandíbula casi toca el piso y mis ojos por poco abandonan sus cuencas, -lo admito, estoy exagerando,- pero quedé presa del asombro por el surtido de portacomidas que encontré, todos debidamente marcados con la elegante caligrafía de mi carta: “miércoles: desayuno/ almuerzo/ cena” y así los dos restantes días de la semana, además de bebidas, barras energéticas, frutas y postres para picar entre comidas.

-Me vas a engordar y luego me abandonarás por obesa, descubrí tu maquiavélico plan

Una nota adherida al regulador de temperatura captó mi atención

“Los almuerzos sabrán mejor si los calientas por un minuto en el microondas, pero no te pases del tiempo porque alterarás su sabor, los desayunos y cenas los puedes tomar fríos, pero si lo prefieres puedes ponerlos 30 segundos en el micro para que los gustes a una temperatura más agradable.
No protestes; con cada bocado que alimente tu cuerpo, un poco de mi cariño tocará tu corazón. Ésta es mi manera de dejarte un poquito de mí en estos días de ausencia.
Besos (donde los quieras)”

Qué hermoso detalle, me invadió la ternura de tal manera que quería encontrarla y colmarla de besos. Me reí por ese “No protestes”, ya me conoces Zafiro.

Fui en busca de mi celular, pero en medio del desorden que había causado la noche anterior me llevó tiempo encontrarlo, cuando al fin pude dar con él me encontré con el buzón lleno de llamadas perdidas, mensajes de texto y de voz… más tarde dedicaría tiempo a revisar toda esa lista, presioné la llamada rápida y la voz de Zafiro me respondió sin dejar sonar el primer tono

-Lisa, no pienso poner tu salud en riesgo, ¿por qué te abandonaría por obesidad?

-¡así que estabas escuchando!! Corazón solo bromeaba

-me tomo muy en serio tu alimentación, y he vigilado escrupulosamente la cantidad de fibra, proteína, carbohidratos y grasas de todo lo que…

-¡Amor!! Fue solo una broma, nunca lo dije en serio, llamaba precisamente para agradecerte ése hermoso detalle, y dudo que yo engorde aunque me coma una vaca entera todos los días, lo he intentado a conciencia en varias ocasiones y no logro parecer un Michelín, soy un espagueti sin remedio

-qué exagerada

-amo que me hayas dejado toda esa comida preparada, me has salvado de mis propios desastres

-pero no los has probado

-he estado ocupada

-Sí, ya lo he visto

-corazón, ¿escuchaste mi advertencia?

-sí cariño, y puedes estar plenamente segura de que no hay hormigas en Plutón

-¡chanfle, yo que tenía esa esperanza!!

-lamento la decepción

-entonces cuenta sus rocas y cuando acabes con ellas sigue con los granos de arena -pasé a un tono de voz un poco más serio, pero se escuchó como una súplica- por favor, ponte en mi lugar, déjame mi intimidad, haz conmigo como cuando eras una del resto de los mortales

-lo he intentado, solo te he mirado cuando no respondías a mis llamadas y te vi sentada leyendo, entonces noté todo lo que has hecho en este tiempo, te ha quedado muy bella la pintura, y no he podido dejar de mirarte, quería ver tus reacciones

-bueno ya me has visto, así que en cuanto termine la llamada, vuelve a tus asuntos

-sí, ya entendí, no te preocupes

-estaré bien… ¿qué es eso de enfrentarme a riesgos, estás en algún negocio peligroso?

-uhm- ya lo verás, todo a su tiempo, y cuando llegue el momento estarás preparada

-me estás asustando

-no es nada de lo que tengas que preocuparte ahora, no tendré secretos para ti, pero te los iré mostrando a su debido tiempo, ¿tú no tienes algún secreto del que deba preocuparme?

-oh sí, pero no es nada, solo unas pequeñas vacaciones con mis amigos del Al Qaeda, explotamos unas cuantas bombas por mi cumpleaños, nada serio, solo juego de niños, tu sabes

-¡QUÉ!!!

-jajajaja caíste, no tengo ningún oscuro secreto, mi vida ha sido más bien aburrida, ni siquiera he probado el cigarrillo, así que no hay nada de lo que tengas que preocuparte

-qué humor tan particular tienes

-oyeee!! Jajaja creo que si tuvieras hijos serían las criaturas más sobreprotegidas del planeta

-¿quieres tener hijos?

-jajajaja ¡Dios!!! No he dicho eso, he dicho que si los tuvieras Tú, es mi manera no tan sutil de llamarte sobreprotectora… y no quiero hijos, nunca me he visto como madre, ni en embarazo, ni haciéndolos, no, no quiero tener bebés

-oh, eso es un grave problema, quería tener contigo una docena de bebés, serían lindos, tendrían tus ojos grises y el cabello violeta

-¡QUÉEEE!!!!

-jajajajajajaja caíste!!

-aprendes rápido

-tengo una buena maestra

-um, bueno querida, tengo que irme, ya es tarde y no me he vestido, Santi se pondrá histérico si no llego a tiempo para abrir el bar

-ve con cuidado, toma un taxi a la salida… por favor

-sí, hoy tendré que irme en taxi, ya es muy tarde para bajar trotando

-no, regresa en taxi a casa, a esas horas no deberías caminar

-no te preocupes, estaré bien, te llamo mañana

-cuídate

-igual tú, un besito

-um… ya quiero dártelo personalmente

-aww… el viernes nos desatrasamos

-es una pena que no pueda manipular el tiempo

-ya sabía que algo no andaba bien contigo

-¡ah!!! ¿Ahora soy defectuosa?

-jajajaja es injusto que no pueda verte, imagino la expresión que habrás puesto

-es una ventaja ser yo

-sí, pero no te aproveches, ya sabes… bueno amor, chaito, hablamos luego ¿sí?

-bueeeno, está bien, besos

Colgué la llamada y corrí a la ducha; después de 15 minutos ya estaba en la puerta lista para salir, recordé que no había comido nada así que fui a la nevera y empaqué en mi mochila el portacomidas marcado como “miércoles/almuerzo” cerré con llave y detuve el primer taxi que se me atravesó en el camino, tal como pensaba, Santi estaba abriendo el local, en cuanto me vio me hizo señas mostrándome su reloj

-¿se puede saber por qué no contestas el teléfono?

-¿me estuviste llamando?

-creo que tienes como 500 llamadas perdidas

-ay si exageras, bueno ¿y para qué me llamabas?

-necesitaba que fueras a mi casa, pero como no respondías me pasé por aquí antes de llamar al GAULA y resulta que no habías llegado ¿dónde estabas?

-bueno, se me hizo tarde y como tenía el celular en silencio no me enteré de ninguna llamada, solo son 10 minutos tarde Santi, no es el fin del mundo, pero ¿Por qué me querías en tu casa? ¿pasó algo?

-bueno querida, pues esperemos que llegue alguien a quien podamos dejar a cargo y te vienes conmigo, necesito que me ayudes, ocurrió una tragedia y de verdad, no sé a quién más acudir

-pero cómo que tragedia ¿qué fue lo que pasó? ¡Ya me estas asustando!!!

-el decorador de la boda, sufrió un accidente, estará hospitalizado unos tres meses y no podrá hacerse cargo, Lisa, por favor, a estas alturas ninguno quiere aceptar, no me abandones por favor

-ay no llores Santi, todo va a salir bien, no te preocupes; pero tengo entendido que ya tenías todo listo con él, ¿no es así?

-sí, después de muchos debates habíamos llegado a un acuerdo que unía las ideas de Sebas y mías, la propuesta era hermosa, pero ya él no estará y como trabaja solo no hay quien continúe

-¿Qué clase de decorador trabaja solo?

-uno maniático y perfeccionista compulsivo, pero es el mejor

-¿Y ya había adelantado algo?

-sí, pero no sé si me entregue esa información, ya aparté cita para verlo en el hospital el sábado en la mañana y que me diga qué es lo que falta, por eso te necesito en mi casa, él me había entregado un portafolio con fotografías y una maqueta del decorado final, necesito que las veas, para que te hagas una idea

-sí, sería muy oportuno, pero ¿tiene que ser hoy?

-Sí nena, el tiempo corre, solo quedan 29 días para la boda

-Ok, haré lo que pueda, ¿y dónde está John? Él podría encargarse del bar por unas horas

-No, solo lleva un día aquí, esperemos a los demás, Confío en Mariza y Carlos, míralos ya llegaron, déjame hablar con ellos, ve buscando un taxi que nos vamos enseguida

-como digas jefe

No había mucho que buscar, había una larga fila amarilla en la calle, pero con lo nervioso que estaba Santi preferí esperarlo fuera, en menos de cinco minutos él ya estaba saliendo, dando las últimas indicaciones desde la puerta, así que me adelanté hasta el primer taxi de la fila y mantuve la puerta abierta para el novio en apuros. Sería una larga noche.

-Por cierto Santi, ¿me dejarás usar el microondas de tu casa? Aún no he almorzado

-oh, si es por eso podríamos pasar primero a un restaurante

-¡No! Santi, solo necesito el microondas para calentar mi almuerzo, ya lo tengo preparado, nada de restaurantes

-ok, no hay problema, gracias por ayudarme Lisa, te debo la vida

-no exageres


Miré por la ventana tratando de imaginar lo que me mostraría, mi fuerte no es la decoración pero contaría con la ayuda muy cualificada de cierta personita, trabajar juntas será divertido.

2 comentarios:

  1. Parece que Lisa consiguió, como querías, contagiarte un poco de su "frenesí creador" ;)
    Espero que lo logre pronto una vez más :D

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    1. Sí, eso espero, no prometo nada, pero espero poder tener tiempo para el siguiente capítulo ahora que ya inicié el semestre
      Un fuerte abrazo para ti

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