El auto se
detuvo de un modo imperceptible frente a una construcción surrealista,
semejante a las arquitecturas tipo Gaudí, concretamente la fachada tenía mucha
similitud con la casa Batló que había visto hacía un par de semanas en historia
del Arte. Zafiro leyó en mi silencio el impacto visual que estaba teniendo ante
semejante construcción, ante el auto mismo, ante ella, tan enigmática y
encantadora a la vez, intuyó, o así lo creí, que mi silencio era la expresión
pura de mi asombro ante lo desconocido, así que suavemente tomó mi mano
haciendo que mi atención se centrara, primero en la calidez de su tacto, luego
en su mirada, y por último en el sonido de su voz.
-Hemos llegado
Lisa, bienvenida a mi casa
-gr.. gra…
gracias –dije en un susurro, ahora me había vuelto tartamuda
La silla me
soltó de su reconfortable abrazo y la puerta se deslizó suavemente a un lado,
mientras mi atención seguía absorta en Zafiro, ella sonriendo me invitó a salir
del auto, y así lo hice, ella rodeando el auto me tomó nuevamente de la mano, y
con su natural delicadeza me motivó a salir de mi silencio
-Has estado muy
silenciosa, ¿qué sucede?
-sucede… sucede
que estoy en shock
-no tienes los
síntomas propios del estado de shock, pero aun así, ¿por qué crees estarlo?
-jajajaja.. ¿que
por qué? Pues ya no sé qué pensar de ti, primero me sigues, asustas a mis
vecinos, luego me sueltas una historia del tipo Estephenie Meyer, luego me
pides que te deje experimentar conmigo, y por último me traes a una casa
fantástica en un auto de otro mundo… ¿necesito más motivos?
-um, y eso que
es solamente el principio. Relájate Lisa, mira, eres el primer ser humano en
mucho tiempo con el que podré compartir la mesa, simplemente te he invitado a
cenar, y como tenías curiosidad de conocer el laboratorio, decidí que ésta era
la oportunidad perfecta. Tranquila, no te haré daño, poco a poco reunirás la
información suficiente que te dé los elementos que necesitas para creerme o no,
si te sientes más cómoda con la idea sigue pensando que soy un caso raro de
psicosis o cualquier otro trastorno mental, a mi no me molesta, al contrario,
me divierte mucho, así que esta noche solo relájate y trata de familiarizarte
con el lugar ¿te parece?
-¿en realidad
no te molesta?
-¿Qué pienses
que estoy loca? Jajajaja, para nada Lisa, ojalá tuvieras razón, pues en ese
caso mi cura estaría en manos de psiquiatras
-si tu lo dices
-de verdad
Lisa, no pasa nada
-bien, de todas
maneras yo acepté tu invitación a cenar
-así es, ahora
entremos que la cena no se preparará sola
Diciendo esto
me dedicó una hermosa sonrisa y suavemente me condujo hasta la casa, al
contacto de su mano la puerta se abrió silenciosa, no había cerradura, ni le vi
introducir ninguna llave, al parecer la llave eran sus huellas digitales, una
vez más, como ya era constante esa noche, no supe dónde terminaba la realidad y
comenzaba la fantasía, ese tipo de puertas se ven solo en las películas, pensé,
o en las casas de los archimillonarios, pero no conocía a ninguno, así que era
una mera suposición.
De la
arquitectura de Gaudí solo había visto las fotos en las que se muestran las
fachadas de sus creaciones más representativas, sin embargo al entrar en casa
de Zafiro intuí que el interior de aquellas construcciones no tenían grandes
diferencias con lo que estaban viendo mis ojos en este momento, parecía que
estuviéramos entrando en un organismo vivo, un enorme árbol que hubiese hecho
espacio en su interior para dar cobijo a seres humanos, hasta el aroma de la
casa era el de un fresco bosque, la luz suave de las lámparas de estilo
antiquísimo le daban una coloración muy acogedora a las diferentes estancias.
El piso de piedra rústica con tapetes de pieles de animales salvajes: osos,
tigres, venados y otros que no supe distinguir, así como los muebles, de
manufactura totalmente artesanal y cojinería de cuero de búfalo. Si Zafiro no
tenía vida social por qué tener una sala tan confortable en su casa.
-Tienes una
casa muy hermosa
-Gracias
-¿Está
inspirada en Gaudí verdad?
-sí, en gran
parte
-¿y la otra
parte?
-en la casa de
mis padres
Me condujo
hasta un patio interno con un cuidado jardín, estaba oscuro, pero pude
distinguir un sendero serpenteante que lo atravesaba hasta una fuente que
inundaba el lugar con el relajante murmullo de sus aguas, al parecer no solo
había salido de Medellín, estar en aquella casa era estar en un mundo
desconocido para mí, pero de una belleza exquisita.
-si quieres
puedes recorrer el jardín, también de noche se aprecian los encantos de la
naturaleza, o puedes recorrer la casa, como tú prefieras, yo te buscaré cuando
la cena esté lista
-gracias, eres
muy amable
-solo deseo que
te sientas a gusto
-parece un
jardín de cuentos
-compruébalo tú
misma- me dijo guiñándome el ojo
-eh…. Y ¿tienes
mascotas?
-podría decirse
que sí
-¿cómo que
podría?
-pues, en
verdad los animales, al contrario que los humanos, se sienten muy a gusto en mi
compañía, así que gozo de la amistad de todo animal, y aquí no tengo solo uno,
sino muchos de todas las especies, que vienen y conviven pacíficamente conmigo,
así que presentártelos todos nos llevaría toda la noche, y no creo que gustes
de algunos
-entiendo, o
creo entender… pero ni un perro, o gato en especial, ya sabes, como el común de
la gente
-no soy común,
pero si, hay algunos animales especiales para mí, un caballo, un tigrillo, una
perra, dos gatos, una serpiente y una familia de loros
-jajaja… ya
veo, no te gusta uno, sino el zoológico entero
-exacto
-bueno, creo
que visitaré tu jardín
-espero que lo
disfrutes
-claro, aunque
no creo que pueda ver mucho
-si, esta noche
hay luna llena, así que tendrás luz suficiente
-iré a
comprobarlo
-ve tranquila,
yo te buscaré en unos momentos
Me adentré por
el jardín mientras que Zafiro desapareció por una de las puertas que daban al
pasillo, ella tenía razón, había luna llena, la luz de la casa no llegaba al
jardín, solo la luna lo iluminaba todo con su plateada luz, seguí el sendero de
piedra tratando de llegar a la fuente guiada por el murmullo del agua, a mi
paso el aroma fresco de las plantas y algunas flores nocturnas que perfumaban
el aire me llenaron de una serena paz, di media vuelta para observar la casa,
entonces pude ver que el patio interno tenía forma de u, estaba abierto a un
espacio mucho más amplio de lo que vi inicialmente, también las plantas iban
creciendo en número y tamaño, no podía distinguir mucho cuántas especies
habían, pues aunque la luna era clara mis ojos no lo podían abarcar todo con
gran detalle, solo las rosas que estaban junto al sendero.
A medida que
iba avanzando penetraba en un mini bosque de árboles de mediana altura, algunos
plátanos, helechos y arbustos de toda clase, la casa ya había quedado atrás, al
fin pude ver un hermoso lago en el que desembocaba una quebrada, que
curiosamente venía de la casa, así que el agua que escuché en todo el camino no
era de una fuente como creí al principio, sino el trayecto de la quebrada que
tal vez transcurría paralela al sendero, por eso el aroma siempre fresco y
húmedo. El lago parecía un lago natural, el lugar en el que yo estaba era una
pequeña bahía, pues se iba abriendo a una extensión mucho mayor, tal vez un
kilómetro, no lo sabía, pero era como estar frente a un pequeño mar en medio
del bosque, como las ciénagas del río magdalena que abundan en la costa
atlántica. Un sitio naturalmente hermoso. Así estaba absorta en mi contemplación
cuando Zafiro apareció a mi lado
-¿lo disfrutas?
-oh, esto es
muy bello, ¡cómo describir las sensaciones, es abrumador!
-me
alegra que lo estés disfrutando, ven conmigo
No hay comentarios:
Publicar un comentario