En silencio la noche avanza,
sin medir sus pasos solitarios,
en silencio espero en mi ventana
la caricia etérea del viento.
Nada encuentro en mi oscura soledad,
nada llena mi vacío...
la quietud nocturna me rodea
como uniéndose a mi alma solitaria.
Negro el cielo sin estrellas
negros los tejados,
calladas y meditabundas
las luces naranjadas de las calles.
Así avanzan mis horas
desiertas, despojadas,
tal vez llegará mañana
una aurora distinta
cargada de músicas, colores,
alegrías nuevas y esperanzas,
que dejen esta noche solitaria
en el recuerdo silencioso
de un momento en el pasado.